lunes, 29 de septiembre de 2014

EE.UU. y la Unión Europea retoman sus negociaciones comerciales con crecientes dudas


WASHINGTON/BRUSELAS.- Los equipos negociadores de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) abrieron hoy la séptima ronda negociadora para cerrar el tratado comercial y de inversiones (TTIP, por sus siglas en inglés), con nuevas sombras sobre su evolución por las dudas de los europeos ante la cláusula de protección de inversiones.

Esta nueva ronda, que tiene lugar en Chevy Chase (Maryland), a las afueras de Washington, vuelve a estar encabezada por Dan Mullaney, por parte de Estados Unidos, y el español Ignacio García-Bercero, por parte de la UE.
Las conversaciones se encuentran en un momento delicado después de que se hayan constatado importantes diferencias, y ambas partes hayan reconocido implícitamente que los plazos planteados para conseguir un primer borrador final se han retrasado del final de 2014 hasta al menos 2016.
Uno de los principales puntos de enfrentamiento es el mecanismo de protección del inversor y la solución de controversias inversores-estados (ISDS, en sus siglas en inglés), que permitiría a las empresas inversoras extranjeras litigar ante un tribunal de arbitraje internacional en caso de que se modifique la normativa legal.
Aunque este aspecto no será discutido en la ronda que comenzó hoy y que se prolongará hasta el próximo viernes, se ha convertido en uno de los puntos polémicos, especialmente por las críticas expresadas por la designada comisaria europea de Comercio, la sueca Cecilia Malmström.
Malmström aseguró hoy en Bruselas que es necesario un "nuevo comienzo" de las conversaciones del acuerdo comercial, y señaló que no descarta excluir el ISDS del borrador.
Según analistas consultados, Washington se opondrá a un texto que no incluya este aspecto, al considerarlo clave en cualquier negociación comercial.
Otro elemento importante es la insistencia por parte de la UE de definir un capítulo exclusivo sobre energía.
Hace unas semanas viajó a Washington Karel de Gucht, el comisario de Comercio saliente, para presionar a Estados Unidos con el fin de que levante la prohibición de exportaciones de petróleo ante el interés de la UE de diversificar sus fuentes de suministro.
Por parte europea, se han marcado como líneas rojas el sector audiovisual, y el acceso al mercado europeo de productos ganaderos tratados con hormonas.
Asimismo, organizaciones de la sociedad civil han expresado su preocupación porque los "altos" estándares medioambientales, sanitarios y de protección de los consumidores de la UE se vean rebajados con este pacto.
Por otro lado, y dadas la oposición frontal en el Congreso de Estados Unidos entre republicanos y demócratas, la Administración estadounidense ha sido incapaz, por el momento, de lograr que se apruebe una ley de procesamiento rápido del acuerdo, sin enmiendas, lo que complicaría la eventual ratificación del mismo.
Las conversaciones se realizarán a puerta cerrada, y el viernes Mullaney y García-Bercero ofrecerán una rueda de prensa conjunta a la conclusión.
Las negociaciones del TTIP, que se iniciaron hace un año, pretenden recortar los aranceles y aproximar diferentes regulaciones técnicas entre la UE y Estados Unidos para crear el mayor acuerdo comercial del mundo (supondría el 50 % de la actividad económica global).
Ambas partes esperan que el Acuerdo Global Económico y Comercial (CETA, por su sigla en inglés), culminado la pasada semana en Ottawa tras cinco años de negociaciones entre la UE y Canadá, ofrezca un nuevo impulso a las conversaciones entre Washington y Bruselas.
Una vez que el tratado entre en vigor, ambos bloques calculan que se aumentaría el producto interno bruto (PIB) de la UE en 156.000 millones de dólares, y el de Estados Unidos en 123.000 millones de dólares.

Posición de la nueva comisaria

La comisaria designada de Comercio, la liberal sueca Cecilia Malmström, ha garantizado este lunes en su audiencia de confirmación ante la Eurocámara que el acuerdo de libre comercio (TTIP, por sus siglas en inglés) que Bruselas está negociando con Estados Unidos no rebajará el nivel de protección medioambiental, alimentaria o laboral en la UE.
   Malmström no ha descartado excluir de este acuerdo con EEUU un mecanismo de solución de litigios entre inversores y Estados (ISDS, por sus siglas en inglés), pero ha indicado que su preferencia es conservarlo, pero limitar su alcance para evitar abusos, como a su juicio se ha hecho en el reciente pacto comercial entre la UE y Canadá. Este mecanismo es cuestionado por la Eurocámara y por activistas y ONGs por considerar que da poderes a las grandes multinacionales para limitar la capacidad de regulación de los Gobiernos.
   La UE y EEUU han iniciado precisamente este lunes la séptima ronda de negociaciones para el acuerdo de libre comercio en Chevy Chase, Maryland. La ronda, que se prolongarán hasta el 3 de octubre, se centrará en cuestiones regulatorias.
   "La posición de la UE es firme. El actual nivel de protección no puede rebajarse y no se rebajará", ha dicho la política sueca en su comparecencia ante el Parlamento.
 "Intentar encontrar un enfoque común (con EEUU) sobre salud, medio ambiente, empleo, seguridad de los consumidores o riesgo financiero no puede consistir nunca en rebajar los estándares sino en evitar costes extra", ha apuntado, y ha subrayado que "no sacrificaremos el modelo europeo en beneficio del libre comercio".
   Por lo que se refiere al mecanismo de solución de litigios entre inversores y Estados, Malmström se ha remitido a las declaraciones del presidente electo de la Comisión, Jean-Claude Juncker, que dijo que no aceptará "que la jurisdicción de los tribunales de los Estados miembros sea limitada por regímenes especiales para disputas con los inversores".
   La futura comisaria de Comercio ha recordado además que la negociación de este capítulo está congelada a la espera de que se conozcan los resultados de una consulta pública lanzada por el Ejecutivo comunitario.
   "En mi opinión es posible diseñar un sistema que responda a las preocupaciones de los ciudadanos. Debemos fijar reglas que no sean ambiguas para evitar abusos, introducir plena transparencia en el sistema y garantizar que no pueda usarse para inhibir el derecho a regular el interés público", ha defendido Malmström. A su juicio, el actual Ejecutivo comunitario ya ha logrado estos objetivos en el reciente acuerdo con Canadá, aumentado la transparencia y limitando las posibilidades de abuso.
   Para la futura comisaria de Comercio, lo mejor sería copiar en el acuerdo con EEUU la solución encontrada con Canadá, o incluso mejorarla, pero ha dejado claro que eso no se hará de forma automática. "No excluyo que al final (el mecanismo de solución de litigios entre inversores y Estados) quede fuera (del TTIP). Pero es demasiado pronto para decirlo. Discutámoslo", ha apuntado.
   Malmström ha evitado fijar plazos para el acuerdo comercial con EEUU y ha dejado claro que "la sustancia debe prevalecer sobre el calendario" y que el objetivo es que el pacto sea "amplio y ambicioso".
 No obstante, se ha comprometido a presentar un informe sobre la marcha de las negociaciones antes de fin de año. También ha prometido aumentar la transparencia en las negociaciones, publicando el listado de personas con las que se reúne así como su correo y remitiendo a todos los eurodiputados los documentos de las negociaciones.
   La próxima comisaria de Comercio ha asegurado que lograr un acuerdo comercial entre la UE y Mercosur será "fantástico" porque se trata de un mercado con "gran potencial". Sin embargo, ha apuntado que se trata de un mercado "muy protegido" y que Bruselas no ha encontrado hasta ahora la forma de avanzar en las negociaciones.
   Malmström también ha considerado una "prioridad" negociar una mejora del acuerdo comercial con México y ha dicho que podría pedir un mandato para ello ya en 2015. Lo mismo ocurrirá, aunque más tarde, con Chile.
   En cuanto a las relaciones con China, la política sueca ha dicho que la prioridad será concluir el acuerdo de inversión que acaba de empezarse a negociar.

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