viernes, 5 de septiembre de 2014

La reforma financiera marca la diferencia entre España e Italia, según Goldman Sachs

NUEVA YORK.- La evolución contrapuesta observada entre las economías de España e Italia a lo largo de último año puede explicarse por el diferente efecto de las medidas del Banco Central Europeo (BCE) trasladado a cada economía en función de las reformas adoptadas, entre las que Goldman Sachs señala a la recapitalización del sector financiero español como el principal factor diferencial entre la tercera y cuarta economía de la eurozona.

   El influyente banco de Wall Street considera que la reforma del sistema financiero español, incluyendo la recapitalización de las entidades más débiles tras el rescate del sector, ha permitido un mayor impacto en España con respecto a Italia de las medidas extraordinarias del BCE.
   "En particular, la recapitalización de los bancos más débiles de España ha elevado la capacidad de respuesta de la economía a la relajación de la política del BCE", señala Goldman Sach, que considera que el saneamiento de los bancos italianos aún se está produciendo de cara a los exámenes del banco central, un retraso en relación a España que "ha contribuido a la peor evolución de Italia".
   A este respecto, la entidad estadounidense estima que desde mediados de 2012, coincidiendo con el rescate bancario de España, la actividad económica en el país se ha visto beneficiada por la mejora en la transmisión de las políticas, lo que encaja con la evidencia de que las economías con bancos mejor capitalizados registran una mayor respuesta a las medidas de estímulo del BCE.
   En concreto, Goldman Sachs calcula que la recapitalización de la banca española a lo largo de 2013 habría permitido incrementar notablemente el efecto derivado de las medidas del banco central, que podrían haber aportado entre un 0,4% y un 0,5% al PIB.
      Asimismo, el banco apunta que "las diferentes debilidades de los balances" en Italia y España podrían haber contribuido también a una mayor respuesta española a los estímulos del BCE.
   Así, mientras los problemas de las entidades españolas se concentraban principalmente en el sector privado, por su exposición al sector inmobiliario, en Italia no se había producido esa fuerte expansión crediticia antes de la crisis y las debilidades apuntan al sector público.
   "Las medidas del BCE fueron diseñadas esencialmente para aliviar los problemas de balance de carácter privado, implicando mayores beneficios para España que para Italia", añade la entidad.
   En el segundo trimestre de 2014, la economía italiana experimentó una contracción del 0,2% respecto a los tres meses anteriores, cuando había caído ya un 0,1%, lo que ha supuesto la recaída en recesión del país transalpino. Por contra, España lideró el crecimiento de la eurozona en el segundo trimestre con una expansión del 0,6% respecto a los tres primeros meses, cuando creció un 0,4%.
   Por otro lado, si bien Goldman Sachs destaca que España ha avanzado más que Italia en la aplicación de reformas estructurales, concentradas en el sector financiero y el mercado laboral, considera que los beneficios de las mismas tardan años en ser apreciables en el crecimiento del PIB.
   En el caso de la reforma laboral, el banco de Wall Street destaca que España ha logrado más progresos que Italia a la hora de flexibilizar los salarios en la economía.
   "Aunque la reforma del mercado laboral ha proporcionado a España una mayor flexibilidad salarial, sus principales beneficios en términos de actividad aún no se han materializado", apunta la entidad, que advierte de que si Italia no aplica reformas estructurales significativas esto hará que la brecha entre ambos países crezca aún más.
   "Encontramos que las reformas estructurales, independientemente del sector, no se asocian con una rápida mejoría de las tasas de crecimiento. De hecho, lleva hasta cinco años antes de que la tasa de crecimiento crezca significativamente tras una reforma. En el caso de una reforma laboral, el crecimiento del PIB mejora en el segundo año tras la reforma", apuntan los autores del informe.
   De este modo, el banco estadounidense ha reiterado sus expectativas de que la economía española crezca este año un 1,2% y se acelere al 1,6% en 2015, mientras que la economía italiana sufriría en 2014 una contracción del 0,1% para crecer el próximo año a un ritmo del 0,9%.
   Por su parte, el conjunto de la economía de la zona euro crecerá en 2014 a un ritmo del 0,8% y acelerará su expansión al 1,4% el próximo año, liderada por la expansión del 1,8% de Alemania este año, que llegará al 2% en 2015.

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