NUEVA YORK.- La evolución contrapuesta observada entre las
economías de España e Italia a lo largo de último año puede explicarse
por el diferente efecto de las medidas del Banco Central Europeo (BCE)
trasladado a cada economía en función de las reformas adoptadas, entre
las que Goldman Sachs señala a la recapitalización del sector financiero
español como el principal factor diferencial entre la tercera y cuarta
economía de la eurozona.
El influyente banco de Wall Street considera que la reforma del
sistema financiero español, incluyendo la recapitalización de las
entidades más débiles tras el rescate del sector, ha permitido un mayor
impacto en España con respecto a Italia de las medidas extraordinarias
del BCE.
"En particular, la recapitalización de los bancos más débiles de
España ha elevado la capacidad de respuesta de la economía a la
relajación de la política del BCE", señala Goldman Sach, que considera
que el saneamiento de los bancos italianos aún se está produciendo de
cara a los exámenes del banco central, un retraso en relación a España
que "ha contribuido a la peor evolución de Italia".
A este respecto, la entidad estadounidense estima que desde
mediados de 2012, coincidiendo con el rescate bancario de España, la
actividad económica en el país se ha visto beneficiada por la mejora en
la transmisión de las políticas, lo que encaja con la evidencia de que
las economías con bancos mejor capitalizados registran una mayor
respuesta a las medidas de estímulo del BCE.
En concreto, Goldman Sachs calcula que la recapitalización de la
banca española a lo largo de 2013 habría permitido incrementar
notablemente el efecto derivado de las medidas del banco central, que
podrían haber aportado entre un 0,4% y un 0,5% al PIB.
Asimismo, el banco apunta que "las diferentes debilidades de
los balances" en Italia y España podrían haber contribuido también a una
mayor respuesta española a los estímulos del BCE.
Así, mientras los problemas de las entidades españolas se
concentraban principalmente en el sector privado, por su exposición al
sector inmobiliario, en Italia no se había producido esa fuerte
expansión crediticia antes de la crisis y las debilidades apuntan al
sector público.
"Las medidas del BCE fueron diseñadas esencialmente para aliviar
los problemas de balance de carácter privado, implicando mayores
beneficios para España que para Italia", añade la entidad.
En el segundo trimestre de 2014, la economía italiana experimentó
una contracción del 0,2% respecto a los tres meses anteriores, cuando
había caído ya un 0,1%, lo que ha supuesto la recaída en recesión del
país transalpino. Por contra, España lideró el crecimiento de la
eurozona en el segundo trimestre con una expansión del 0,6% respecto a
los tres primeros meses, cuando creció un 0,4%.
Por otro lado, si bien Goldman Sachs destaca que España ha
avanzado más que Italia en la aplicación de reformas estructurales,
concentradas en el sector financiero y el mercado laboral, considera que
los beneficios de las mismas tardan años en ser apreciables en el
crecimiento del PIB.
En el caso de la reforma laboral, el banco de Wall Street destaca
que España ha logrado más progresos que Italia a la hora de flexibilizar
los salarios en la economía.
"Aunque la reforma del mercado laboral ha proporcionado a España
una mayor flexibilidad salarial, sus principales beneficios en términos
de actividad aún no se han materializado", apunta la entidad, que
advierte de que si Italia no aplica reformas estructurales
significativas esto hará que la brecha entre ambos países crezca aún
más.
"Encontramos que las reformas estructurales, independientemente
del sector, no se asocian con una rápida mejoría de las tasas de
crecimiento. De hecho, lleva hasta cinco años antes de que la tasa de
crecimiento crezca significativamente tras una reforma. En el caso de
una reforma laboral, el crecimiento del PIB mejora en el segundo año
tras la reforma", apuntan los autores del informe.
De este modo, el banco estadounidense ha reiterado sus
expectativas de que la economía española crezca este año un 1,2% y se
acelere al 1,6% en 2015, mientras que la economía italiana sufriría en
2014 una contracción del 0,1% para crecer el próximo año a un ritmo del
0,9%.
Por su parte, el conjunto de la economía de la zona euro crecerá
en 2014 a un ritmo del 0,8% y acelerará su expansión al 1,4% el próximo
año, liderada por la expansión del 1,8% de Alemania este año, que
llegará al 2% en 2015.
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