martes, 16 de septiembre de 2014

Latinoamérica y el Caribe reducen sustantivamente el hambre

SANTIAGO.- La voluntad política se convirtió en factor esencial en la reducción sustantiva del hambre en América Latina y el Caribe, de acuerdo con un informe presentado hoy en esta capital. Raúl Benítez, Subdirector General y Representante Regional de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), alabó la determinación de concertaciones del área para avanzar en este importante terreno.

De hecho, Benítez declaró en la sede de la FAO aquí que la zona consiguió la meta del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), un año antes de la fecha límite fijada por la comunidad internacional.

El alto funcionario encomió los progresos latinoamericanos y caribeños en la agricultura familiar que tiene la producción más saludable de todas.

Son elementos primordiales para la reducción de la pobreza, habida cuenta de que en los segmentos rurales es donde se concentra la mayoría de la población más vulnerable y requiere de acceso a los mercados y a las tecnologías, explicó.

Benítez refirió asimismo otro problema que afronta la región es la mala nutrición, con un índice por encima del 30 por ciento de personas con sobrepeso sin una buena alimentación, lo que puede llevar al drama futuro de padres enterrando a sus hijos.

La principal figura de la FAO en el área valoró el compromiso de los líderes políticos en las últimas cumbres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), como también de PetroCaribe-Alba, Mercosur, Caricom, Unasur y Sica, entre otros.

En total, 14 países ya alcanzaron la meta el ODM relativo al hambre y otros tres van camino a lograrlo antes de 2015 y si bien hay razones para el optimismo, también es cierto que no hay las mismas mejorías en mujeres, indígenas y la parte rural.

Para graficar el panorama actual, Benítez argumentó que nueve naciones latinoamericanas pudieron situar la pobreza por debajo del cinco por ciento de la población; ocho entre el 5 y el 10; y 15 países en rangos críticos entre el 10 y el 20 por cientos.

Según el informe del Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 2014 (SOFI, por sus siglas en inglés) la proporción de personas que sufre subalimentación en la región se redujo de 15.3 en 1990/92 a 6.1 por ciento en 2012-2014.

El número de personas que viven con hambre en Latinoamérica y el Caribe disminuyó desde 68.5 millones en 1990-92 a 37 millones en 2012, lo que significa que en poco más de dos décadas, 31.5 millones de hombres mujeres, niñas y niños superaron la subalimentación.

Destacó en especial los resultados de Brasil con el programa de la presidenta Dilma Rousseff, así como de Bolivia y Venezuela.

Hoy 21 países de la región ejecutan programas de transferencias condicionadas de ingreso, que dan apoyo a más de 120 millones de personas vulnerables, señaló.

Al mismo tiempo encomió la idea de muchos gobiernos de crear círculos virtuosos al abastecer sus programas de alimentación escolar con insumos de la agricultura familiar, fortaleciendo la nutrición infantil, el desarrollo rural y a los pequeños agricultores.

No obstante, Benítez, de nacionalidad argentina, admitió que el impacto del cambio climático y las guerras son sin dudas aspectos que repercuten de manera bastante negativa en las poblaciones más frágiles.

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