ATENAS.- El primer ministro de Grecia, Andonis Samarás, anunció
hoy algunos alivios fiscales abocados a relanzar la economía de este
país golpeado desde hace seis años por una crisis sin precedentes, y
aseguró que las medidas se llevarán a cabo sin abandonar la senda de la
consolidación.
En la feria industrial de Salónica que anualmente sirve como
plataforma de los partidos para presentar sus prioridades inmediatas,
Samarás anunció, como medida más inmediata, la reducción en un 30 % de
la tasa extraordinaria sobre el fuel calefactor, impuesta por la troika
de acreedores al comienzo del rescate.
Este impuesto, de 33 céntimos por litro de fuel, fue una de las
medidas del programa de ajuste económico visiblemente más dolorosas,
pues durante los últimos dos inviernos dejó sin calefacción a muchas
familias, que no podían hacer frente al incremento del gasto del
combustible.
Samarás prometió además para los "próximos meses" una reducción del
tipo máximo del impuesto sobre la renta de las personas físicas, del 42 %
actual al 32 %, y del de los beneficios empresariales del 26 % al 15 %.
Grecia "avanza hacia un futuro de crecimiento como no lo tuvimos en
décadas", dijo el político conservador, quien auguró que el Producto
Interior Bruto (PIB) volverá a positivo en el trimestre en curso, tras
24 de recesión ininterrumpida.
"Hace dos años todos me trataban como el primer ministro de un país
en quiebra, ahora todos me tratan como un primer ministro serio de un
país restablecido", recalcó.
Entre las promesas fiscales que se quedaron en la ambigüedad citó una
"reducción significativa" de la tasa de solidaridad, que ahora oscila
entre el 1 % y el 4 % de los ingresos anuales y que fue igualmente
impuesta por la troika de acreedores (Fondo Monetario Internacional,
Banco Central Europeo y Comisión Europea) a cambio del rescate.
Samarás prometió que todo el paquete fiscal se llevará a cabo sin
erosionar el déficit y sin perder el control de la deuda, que -aseguró-
en los próximos meses recibirá "la certificación oficial" de que "es
sostenible".
Aseguró, además, que las medidas de alivio incluirán algunas
modificaciones del nuevo impuesto sobre los bienes inmuebles, cuya
aprobación final está prevista para la próxima semana, tras fracasar su
puesta en marcha en agosto a causa de numerosos errores de cálculo.
También anunció un amplio plan de inversiones para los próximos
cuatro meses, tanto en la producción agrícola, con programas para
reducir los costes de producción, como en la fabricación de bienes.
Entre los planes inmediatos del Gobierno, añadió, figuran nuevas
reformas y privatizaciones que facilitarán las inversiones extranjeras,
sobre todo, en aeropuertos y marinas turísticas.
El político conservador arremetió contra la oposición y, sin nombrar
al izquierdista Syriza, que lidera las encuestas con una ventaja de
hasta cuatro puntos, le tachó de "populista" y de mentir a la población,
en contraposición con la línea del Gobierno, que, subrayó, "solo tiene
un arma, que es la verdad".
Samarás tildó a la oposición de resistirse ferozmente a toda
privatización, y con ello a las inversiones, y descalificó los intentos
de Syriza de convocar elecciones anticipadas el próximo año.
Syriza, cuyo líder Alexis Tsipras presentará su programa político en
la feria de Salónica el próximo fin de semana, no tardó en contestar y
afirmó que el primer ministro había superado "todas las expectativas en
audacia y populismo", anunciando alivios fiscales que no son más que
"migas" y ningún cambio de política.
Samarás responde con "inyecciones de optimismo" a un país "sangrado
por los memorandos y la austeridad", habla de "nueva Grecia que destruye
cualquier noción de dignidad cotidiana y el respeto de sus ciudadanos" y
asegura que va a recibir un certificado de "sostenibilidad" de una
deuda que cada día va en aumento, dijo Syriza en un comunicado.
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