domingo, 5 de octubre de 2014

Austeridad versus crecimiento en versión 3.0 en el G20/FMI

LONDRES.- Los líderes políticos mundiales se reúnen en Washington la próxima semana para reflexionar sobre cómo sostener la recuperación económica en un momento en el que Estados Unidos está a punto de cerrar el grifo monetario.

Teniendo en cuenta que los ministros de Finanzas del G-20 y los banqueros centrales se reunieron en Australia hace sólo dos semanas, no es difícil adivinar por dónde irá el debate: la mayor parte del mundo occidental instará a la zona euro a hacer más para fomentar el crecimiento y Alemania advertirá en contra de abandonar las políticas de austeridad.
Este es el debate que ha circulado en torno al G-20 durante tres años y se ha reactivado ahora en Europa, donde Francia, Italia y otros países, en un desafío a Berlín, presionan para aflojar el cinturón de la disciplina fiscal y dar tiempo a las reformas económicas.
"La flexibilidad que existe dentro de las reglas debe permitir a los gobiernos hacer frente a los costes presupuestarios de las reformas estructurales importantes para apoyar la demanda y lograr unas políticas fiscales más favorables al crecimiento", dijo el presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi el jueves tras la reunión mensual de política monetaria.
La Reserva Federal pondrá fin a su programa de compra de bonos a finales de este mes, una perspectiva que ya ha impulsado al dólar y provocado nerviosismo sobre una reversión de los flujos de liquidez en los mercados emergentes de nuevo en los Estados Unidos.
En la eurozona parece que el BCE ha hecho todo lo posible para promover nuevos estímulos y de momento no se piensa en otras medidas de estímulo cuantitativo.
La carta más eficaz para la economía de la zona puede ser precisamente la debilidad del euro, la cara B de la fortaleza del dólar.
La divisa europea acumula una depreciación de casi el 10 por ciento desde sus máximos frente al dólar el pasado mes de mayo. Con los estímulos estadounidenses a punto de terminar y especulaciones sobre una primera subida de tipos de interés en el país, hay razones para pensar que la tendencia al alza del billete verde podría continuar.
Las fuertes cifras de empleo en Estados Unidos publicadas el viernes no cambiaron la expectativa.
"No creo que cambie la dinámica de la Fed. Sigo pensando que la primera subida de tipos tal vez se produzca a mediados de año", dijo Kim Rupert, director gerente de Action Economics en San Francisco. "Estamos tratando de evaluar si sería marzo o junio".
Si el euro sigue cayendo, empujaría los precios de las importaciones a la vez que facilitaría a los países de la zona las exportaciones, lo que debería tener un impacto alcista en el crecimiento y la inflación, aunque no será inmediato.
Al igual que en Japón el año pasado, las autoridades del G-20 reunidas en Washington para el encuentro anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial están en una mala posición para quejarse de la devaluación competitiva tras haber demandado un mayor crecimiento en Europa durante tanto tiempo.
El FMI dará a conocer sus últimas proyecciones sobre el panorama económico mundial antes de que comience la reunión.
"La economía mundial está en un punto de inflexión: se puede salir del paso con un crecimiento por debajo del potencial o puede aspirar a una mejor proyección con políticas audaces que podrían acelerar el crecimiento, aumentar el empleo y lograr un nuevo impulso", dijo la directora general del FMI, Christine Lagarde.
En la reunión del G-20 del mes pasado no fue posible alcanzar un acuerdo sobre medidas concretas en gran parte como consecuencia de la resistencia de Alemania, la mayor economía de Europa.

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