viernes, 3 de octubre de 2014

Polémica en el Banco Mundial por las bonificaciones a varios altos directivos

WASHINGTON.- El Banco Mundial se encuentra inmerso en una importante crisis. Pero no provocada por la difícil situación económica internacional, sino por el malestar de parte de los empleados por las bonificaciones descubiertas a algunos de los altos directivos del organismo y que no figuraban en los informes financieros. 

Así, a pocos días de realizarse la asamblea anual de la institución, la asociación de empleados del BM exigió la reunión para expresar su «ira» y denunciar un «clima de miedo y confusión» en su seno, según un memorándum interno.
El malestar, provocado por una reestructuración que podría provocar despidos, creció desde que el miércoles trascendiera que al director financiero del BM, el francés Bertrand Badré, se le habían asignado 94.000 dólares (75.000 euros) en bonificaciones para el año fiscal 2014, que se sumaban a un sueldo neto anual de alrededor de 300.000 euros . Al menos otros tres altos funcionarios de la institución se beneficiaron de estas «primas por capacidades inusuales», pero sus identidades no han sido reveladas.
Fuentes cercanas al organismo confiaron que a Badré, uno de los que ha impulsado la reestructuración interna, se le había concedido ya una primera prima de cerca de 75.000 euros, que recibió en cuotas, al ser contratado en marzo de 2013.
Consultado sobre el hecho de que esta suma no figuraba en el último informe financiero de la institución, el BM aseguró que los incentivos de contratación «nunca han estado incluidos» en los elementos de remuneración de los altos funcionarios sujetos a publicación. Para justificar el pago de bonificaciones en pleno plan de austeridad, el BM había subrayado la necesidad de «atraer» y «retener» directivos de «alto calibre».
Para tratar de calmar los ánimos, el presidente del BM, Jim Yong Kim, convocó una reunión pública el lunes para escuchar las «preocupaciones» del personal del organismo, molesto por un gran plan de reestructuración interna y el pago de bonificaciones a algunos altos directivos. Del resultado de dicho encuentro y las explicaciones que ofrezca Kim dependerá si los empleados del BM deciden dar un paso más en sus quejas.
Y es que desde que Kim llegara a la presidencia del organismo internacional en julio de 2012, uno de sus compromisos fue la reestructuración interna del organismo financiero. Entre los objetivos está reducir sus gastos de 4.000 millones de euros a 400 millones en tres años -lo que incluye una posible reducción de puestos de trabajo-. Al aumentar el costo de sus préstamos y su inversión en los mercados financieros, el BM ya había anunciado el pasado abril que había alcanzado un aumento «sin precedentes» de su capacidad financiera.

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