LISBOA.-El gobierno portugués dio a conocer hoy su proyecto de
Presupuestos para 2015, un documento que en líneas generales mantiene
las políticas de austeridad con el propósito de reducir el déficit hasta
el 2,7 % del PIB.
"Éste es un Presupuesto serio, que asegura la continuidad de los
ajustes", explicó la ministra de Finanzas, Maria Luís Albuquerque, quien
recordó que el país goza ahora de mayor autonomía tras cerrar el pasado
mes de mayo su rescate, lo que supone para el Ejecutivo "una
responsabilidad añadida".
La propuesta del Gobierno portugués modifica la carga fiscal sobre
los contribuyentes, al aumentar algunos impuestos (como el del tabaco,
el alcohol o los combustibles) y bajar otros (como la tasa que pagan las
empresas por cada empleado), pese a prever para el próximo año un
crecimiento de la economía del 1,5 % y una caída del paro hasta el 13,4
%.
Esta mejora de las perspectivas económicas para el próximo ejercicio
no permitirá, sin embargo, la supresión de la contribución
extraordinaria del 3,5 % sobre el salario que pagan todos los
trabajadores lusos desde hace dos años.
El Ejecutivo conservador anunció que espera poder proceder a la
devolución posterior de lo pagado por esta tasa en 2015 a través de una
desgravación fiscal en la declaración del ejercicio 2016, que sólo se
hará efectiva si los ingresos del Estado vía impuestos son superiores a
lo calculado.
"La bajada de impuestos la desearía el Gobierno, pero la rigidez de
muchos componentes del gasto público no la hacen posible por las metas
de reducción del déficit exigentes que tenemos", justificó Albuquerque.
La ministra de Finanzas insistió en que uno de los objetivos
prioritarios sigue siendo la reducción del nivel de deuda pública
(actualmente equivale a cerca del 130 % del PIB), y que no es el momento
"de perder todos los progresos alcanzados durante los últimos tres años
de esfuerzo".
En su opinión, la idea de devolver una parte de lo pagado por la tasa
extraordinaria en 2016 en función de los ingresos fiscales del Estado
demuestra que "todo lo que sea obtenido de más, no podrá ser destinado
al aumento del gasto".
De esta forma, los Presupuestos volverán a estar marcados por la
austeridad por sexto año consecutivo a pesar de que el Gobierno
portugués da por cerrada la crisis que ahogó al país y le llevó a
recurrir al programa de asistencia financiera internacional de la UE y
el Fondo Monetario Internacional.
La titular de Finanzas insistió en que este proyecto pretende
garantizar "la sostenibilidad de las cuentas públicas y la recuperación
gradual de la actividad económica", y destacó el "empeño reformador" del
gabinete liderado por el primer ministro, Pedro Passos Coelho.
Los conservadores lusos afrontan en 2015 su último año de legislatura
y se encuentran por detrás en las encuestas, superados por el principal
grupo de la oposición, el socialista.
El proyecto presupuestario conocido hoy busca reducir el déficit del 4
% al que debe cerrar 2014 hasta el 2,7 %, dos décimas por encima de lo
pactado inicialmente con la Comisión Europea, por lo que Bruselas deberá
dar su visto bueno a esta modificación.
Entre las medidas incluidas en el documento destaca la reducción en
un 20 % del recorte salarial aplicado a los funcionarios lusos, con un
coste para el erario público de 200 millones de euros, o un ligero
aumento de las pensiones mínimas de 2,60 euros, hasta los 252 euros.
Del lado contrario, se incrementarán los impuestos sobre el tabaco,
el alcohol y los combustibles, y aumentará la tasa sobre el sector
energético, sobre la banca y sobre las transacciones en Bolsa.
Uno de los puntos más esperados en Portugal es la reducción del 23 %
al 21 % en la contribución que pagan todas las empresas por cada
empleado.
El proyecto presupuestario entró hoy en el Parlamento y deberá ser
debatido y votado en las próximas semanas, aunque la mayoría absoluta
con la que cuenta la alianza conservadora en el Gobierno, formada por
los socialdemócratas del PSD y los democristianos del CDS-PP. hace
prever que sea aprobado sin dificultad.
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