WASHINGTON.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE),
Mario Draghi, ha confiado en que se reanude la recuperación de la
economía de la eurozona, aunque seguirá siendo modesta y los riesgos que
rodean sus perspectivas futuras son "a la baja".
En un discurso en la reunión del Comité Monetario y Financiero
Internacional (IMFC por sus siglas en inglés), Draghi señala que los
últimos datos macroeconómicos disponibles hasta septiembre confirman el
"debilitamiento" del impulso del crecimiento en la eurozona iniciado en
el segundo trimestre.
En este sentido, el presidente del BCE advierte de que este
debilitamiento podría aplazar un poco más la reanudación de la inversión
privada, que se está viendo afectada también negativamente por los
"elevados" riesgos geopolíticos.
Por ello, remarca que una implementación "firme" de la consolidación
fiscal, de forma que sea al mismo tiempo favorable al crecimiento, y una
determinación en los esfuerzos de reforma estructural "debería
contribuir" a apoyar la mejora de la confianza de ciudadanos y empresas.
"En este contexto de recuperación global desigual, que está
afectando también a la forma y la fortaleza del repunte de la eurozona,
el BCE ha estado determinado en cumplir con su mandato de mantener la
estabilidad de precios en el medio plazo en la eurozona", añade.
A este respecto, subraya que los riesgos para las perspectivas de
inflación deben vigilarse de cerca, entre los que menciona las peores
dinámicas de crecimiento, la evolución del tipo de cambio y la situación
geopolítica y su transferencia a la política monetaria.
Draghi también reitera que el Consejo de Gobierno del BCE es
"unánime" a la hora utilizar más herramientas no convencionales que
estén dentro su mandato en caso de sea necesario para hacer frente a los
riesgos de un periodo de baja inflación "demasiado largo".
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