LONDRES.- La agencia de calificación crediticia Fitch
Ratings considera que las entidades españolas de tamaño medio están en
una posición "moderadamente más segura" que la de sus homólogas
italianas debido a las diferencias que existen entre las perspectivas
económicas de los bancos de ambos países.
"Las perspectivas para los bancos de tamaño medio en España han
mejorado en general, mientras que las de sus homólogos italianos siguen
siendo complicadas, reflejando diferencias en tendencias de riesgo
crediticio, rentabilidad y economía doméstica", señala Fitch en un
informe.
La agencia explica que ambos grupos de entidades han realizado
importantes procesos de reestructuración y han reducido el tamaño de sus
balances en los últimos tres años, pero añade que los recientes
decisiones de ratings demuestran las tendencias opuestas en términos de
solvencia.
Así, recuerda que ha elevado los ratings de viabilidad (VR) de tres
de las seis entidades españolas medianas que califica, ha revisado la
perspectiva a 'positiva' de otra y no cuenta con ninguna en revisión
para una posible rebaja. Por el contrario, ha bajado los VR de tres de
ocho bancos medianos italianos y la mayoría tienen perspectiva
'negativa'.
En concreto, subraya que los bancos españoles han mejorado su
capital, especialmente los que han recibido ayudas públicas, y han
realizado buenos progresos en su reestructuración. Además, existen
señales de que la calidad de los activos se está estabilizando en España
y de que la morosidad alcanzará sus máximos en la segunda mitad de
2014.
En el caso de las entidades italianas, su posición de capital
también se ha fortalecido, pero no lo suficiente para compensar la mayor
debilidad de la calidad de los activos. Además, persiste la tendencia
estructural de bajos beneficios en sus principales operaciones y no
parece que la morosidad alcance pronto sus máximos.
Tampoco ayuda a los bancos italianos que la economía italiana haya
vuelto a contraerse en la primera mitad de 2014, en contraste con la
española, que comienza a recuperarse después de una prolongada recesión.
Esto debería moderar el deterioro de la calidad de los activos de los
bancos españoles, aunque Fitch recuerda que la economía sigue siendo
"débil".
Asimismo, señala que en ambos países los elevados niveles
préstamos problemáticos que no están cubiertos por reservas les dejan
expuestos a riesgos a la baja, así como que algunas entidades pueden ser
vulnerables a las pruebas a la banca del Banco Central Europeo (BCE).
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