ROMA.- El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha
anunciado este lunes que va a poner en marcha la mayor bajada de
impuestos realizada en Italia y que va a rebajar el gasto para impulsar
el crecimiento económico y la creación de empleo en 2015.
En un discurso ante líderes empresariales, Renzi ha anunciado que
reducirá los impuestos en unos 18.000 millones de euros en 2015, con
6.500 millones destinados a acabar con un impuesto regional sobre el
trabajo conocido como IRAP. "Es la mayor reducción de impuestos que se
ha intentado nunca", ha destacado Renzi.
Renzi ha explicado que otros 10.000 millones de euros se
destinarán a ampliar el recorte del impuesto de ingresos para los
salarios más bajos; 1.000 millones de euros para exenciones tributarias a
las compañías que contraten a nuevo personal a tiempo completo; y 500
millones de euros para ayudar a las familias.
El primer ministro italiano también ha anunciado que 16.000
millones de euros irán asignados a una revisión de gastos en el
presupuesto, aunque no dará más detalles hasta el miércoles, fecha
límite impuesta por la Unión Europea.
El primer ministro ha hecho pública su propuesta a la vez que la
UE sopesa si pide a Italia, que está de nuevo en recesión por tercera
vez desde 2008, que realice más esfuerzos para controlar su deuda, la
segunda más alta de la zona euro.
Los planes presupuestarios, que incluyen 11.000 millones de euros
en nuevos préstamos este año, retrasarán la reducción de la deuda, lo
que podría enfrentar a Roma con la Comisión Europea, que revisa los
presupuestos nacionales. No obstante, el Gobierno podría ajustarse
ligeramente si la UE pide más control de la deuda, según ha confirmado
este lunes el vicesecretario del Tesoro, Enrico Zanetti.
Zanetti no ha confirmado ni desmentido que se haya pedido a Italia
una revisión de su presupuesto aunque ha asegurado que "tener que
discutir con la UE como máximo un pequeño porcentaje de unos puntos no
es algo terrible".
El Banco de Italia se ha mostrado cauteloso con su respaldo al
Gobierno y ha informado de que un retraso en la consolidación fiscal se
podría justificar si se usaba para aumentar el crecimiento.
El mes pasado, Renzi aumentó el objetivo de déficit de 2015 de un
1,8 por ciento del PIB a un 2,9 por ciento. El Programa de Estabilidad
de Italia también ha postergado por un año el compromiso para equilibrar
el presupuesto.
El programa prevé solo una reducción marginal en el déficit
estructural del próximo año del 0,1 por ciento del PIB, muy por debajo
del 0,5 exigido por la Comisión.
"Si hubiera requerimientos de la UE, los discutiremos, pero en
cualquier caso son requerimientos que no cambiarían el marco general del
presupuesto", ha señalado Zanetti.
Renzi, que quiere que la UE reduzca sus políticas fiscales para
permitir más inversión pública, se marcó un tanto la semana pasada al
superar el voto de confianza del Parlamento que le permitió seguir
adelante con sus planes para lograr más flexibilidad en la contratación y
el despido.
La Comisión Europea, respaldada por Alemania, ha advertido de que
Italia solo puede controlar su deuda recortando el déficit
presupuestario anual. Italia, la economía de la zona euro más inactiva
de la zona euro, ha pedido un margen de presupuesto extra debido a las
"circunstancias excepcionales" de su tercera recesión en los últimos
seis años.
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