sábado, 18 de octubre de 2014

Una filtración revela el malestar de los 'halcones' del BCE con Chipre meses antes de su rescate

NUEVA YORK/FRANCFORT.- El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, protagonizó apenas unos meses antes del rescate de Chipre un duro enfrentamiento con sus colegas del Banco Central Europeo (BCE) al respecto de la asistencia recibida por un banco del país mediterráneo al considerar que el Banco Central de Chipre había subestimado los riesgos, tal y como revelan las actas de las reuniones del instituto emisor de la eurozona a las que ha tenido acceso 'The New York Times'.

   Se trata de la primera vez que salen a la luz estas actas de las reuniones del BCE, que a diferencia de otros bancos centrales como el Banco de Inglaterra (BoE) o la Reserva Federal de EEUU (Fed), que sí publican sus actas semanas después de reunirse, no desvela el contenido de las deliberaciones de su máximo órgano hasta pasados 30 años con el fin de no alimentar tensiones nacionales entre sus miembros.
   Sin embargo, el diario neoyorquino ha podido acceder a las actas del Consejo de Gobierno entre mayo de 2012 y enero de 2013, apenas dos meses antes del rescate de Chipre, en las que se documentan los constantes choques entre Alemania y las economías más pequeñas de la periferia como Chipre o Grecia.
   En este sentido, las actas revelarían la oposición del Bundesbank a que el BCE apoyara los rescates de la entidad franco-belga Dexia, así como de otros bancos más pequeños en Irlanda, Grecia o España.
   En enero de 2013, Weidmann retomó sus críticas al apoyo que recibía el chipriota Cyprus Popular Bank, posteriomente renombrado como Laiki Bank, y advirtió de que se había "inflado" la valoración de los colaterales depositados por la entidad como garantía ante el banco central chipriota a cambio de acceder a una línea de liquidez de emergencia.
   De hecho, el presidente del Bundesbank indicó de que, según sus propios analistas de riesgom la sobrevaloración rondaba los 1.300 millones de euros, algo que rechazó su homólogo del Banco Central de Chipre, Panicos Demetriades, quien defendió que "sus expertos tenían un mejor conocimiento de los activos en cuestión".
   Además de Weidmann, las actas muestran que el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, expresó también "mucha preocupación" por la agresiva valoración aplicada por el banco central chipriota, mientras que su homólogo holandés, Klaas Knot, dijo sentirse "muy incómodo".
   En respuesta a la filtración del contenido de estas actas por parte de 'The New York Times', el BCE ha emitido un comunicado en el que explica que no le corresponde aprobar la concesión de esta línea de liquidez de emergencia a la banca, denominada ELA.
    "El BCE ni proporciona ni aprueba la asistencia de liquidez de emergencia", indica la institución, que precisa que "es el banco central nacional, en este caso el Banco Central de Chipre, el que proporciona ELA a una entidad que considera solvente bajo su propio riesgo, así como bajo sus propias condiciones".
   En este sentido, el BCE añade que sólo puede objetar al respecto en caso de que dos tercios de su Consejo de Gobierno consideren que esta provisión de liquidez interfiere con los objetivos de la política monetaria.
   "En este caso específico, hubo un consenso pleno sobre la necesidad de obtener garantías del Banco Central de Chipre de que este banco era solvente, lo que fue explícitamente confirmado por el Banco Central de Chipre", señala la institución presidida por Mario Draghi.
   De este modo, la entidad recuerda que entonces no le correspondía el rol de supervisor y confió completamente en las valoraciones aportadas por el Banco Central de Chipre por lo que subraya en el comunicado que "extraer conclusiones sobre el futuro papel de supervisor bancario del BCE por su rol en la ELA a Chipre resulta tendencioso".

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