sábado, 25 de octubre de 2014

La normalización de la prostitución en Holanda es aún asignatura pendiente

RÓTERDAMM.- La legalización de la prostitución en Holanda hace ya catorce años no ha conseguido aún los efectos deseados pues se siguen registrando abusos sexuales, no cesa la prostitución forzada y aún es una profesión estigmatizada socialmente denuncia el colectivo y admiten las autoridades.

"Es curioso porque en Holanda es un trabajo legal pero sigue existiendo el estigma y nos queda mucho camino por recorrer", dijo la directora del centro de asistencia SHOP y psicóloga clínica, Maria Scali.
Ese centro, ubicado en La Haya, está especializado en la asistencia y servicios dirigidos a trabajadores sexuales y víctimas del tráfico humano.
En realidad "existen muchos problemas relacionados con el estigma que deben solucionarse", explicó Felicia Anna, prostituta y bloguera de 27 años de origen rumano, que desde hace cuatro trabaja en el "barrio rojo" de Ámsterdam, donde unos 8.000 trabajadores sexuales ejercen según el Ayuntamiento de la ciudad.
"Es muy difícil abrir una cuenta bancaria para empresas", señala la joven, que también denuncia que "prácticamente no tenemos acceso a préstamos bancarios, tarjetas de crédito o hipotecas" o dificultades en "otros aspectos que podrían ser sencillos como encontrar casa o trabajo", explicó Felicia.
Para impulsar los resultados de la legalización de la prostitución vigente desde el año 2000, el ministerio de Seguridad y Justicia ha anunciado la puesta en marcha un programa nacional de ayuda para que quien ejerce la prostitución pueda salir de ella, que ha dotado con doce millones de euros en los próximos cuatro años.
Ese programa prevé que quienes se acojan, podrán recibir soporte en aspectos prácticos, como buscar trabajo o apartamento, y en otros relacionados con problemas psicológicos, de adición o deudas, si los hubiera.
En el Parlamento holandés los partidos socialista SP y Unión Cristiana (CU) habían reclamado que ese programa se ampliara a todo el país, ya que el lanzado entre 2008-2011 era solo regional y se desarrolló en solo doce municipios.
El ministro de Seguridad y Justicia, Ivo Opstelten, ha asegurado que durante los próximos tres años se "fortalecerán" los recursos para "abordar la explotación laboral, la explotación sexual y los abusos en el sector", ha presentado en el Parlamento un proyecto de ley en ese sentido.
Su propuesta parlamentaria busca endurecer la regulación de la prostitución y combatir los abusos en la industria sexual, medidas entre las que por ejemplo, se prevé aumentar la edad mínima para ejercer la prostitución de 18 a 21 años.
Además laboristas, socialistas y socialcristianos han enviado al Consejo de Estado un proyecto de ley para que los clientes de prostitutas que hayan sido forzadas a trabajar también se enfrenten a penas de cárcel o a elevadas sanciones.
La directora del centro de asistencia SHOP, Maria Scali, señaló que un programa dirigido a todo el país "es necesario y muy importante porque puede cambiar la vida de muchas mujeres".
Durante 2013, ese centro atendió a 329 personas, de los que el 20 % fueron hombres y transexuales), ofreció información y soporte a 179 trabajadores sexuales, de los cuales 120 consiguieron dejar la prostitución y hoy tienen un trabajo estable.
"Me gustaría pensar que en estos cuatro años próximos vamos a conseguir la comprensión de la sociedad", señaló.
Scali apuntó a que "el problema no es salir de la prostitución, el problema es que estas personas que deciden dejar la prostitución tengan la oportunidad de entrar en la sociedad. Los trabajadores sexuales son personas fuertes y potentes y la sociedad no reconoce su valor y calidad".
Para Felicia Anna, por su parte, "los esfuerzos del gobierno" siguen siendo "insuficientes" y quisiera que también se destinaran recursos para solucionar el problema "desde dentro" y "no solo para aquellos trabajadores sexuales que quieran dejar la prostitución".
"Está bien que el Gobierno ayude a las prostitutas que quieran dejar la profesión, pero hay que pensar existen problemas reales que siguen sin solucionarse como es la estigmatización" o "el tráfico de personas", añadió.
El último informe del Gobierno holandés sobre el tráfico de personas y la violencia sexual contra niños alertó a finales de septiembre de que el número de casos juzgados aumentó de 132 en 2009 a 203 en 2013.

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