COLÓN.- El movimiento comercial de la Zona Libre de Colón (ZLC) sigue en
caída, admitió Severo Sousa, expresidente de la Asociación de
Usuarios, y bajó en los primeros nueve meses del año 2.920
millones de dólares.
Hay varias razones de esa grave situación, aunque las referencias más
públicas son los conflictos que enfrenta el emporio con dos de sus
principales mercados, Colombia y Venezuela.
En el caso del primer cliente, Colombia, aún no se hizo pública oficialmente la disminución de ingresos por reexportaciones a ese país de textiles y calzado que no se incluyen en la protección arancelaria del Tratado de Libre Comercio firmado con Panamá.
Las reexportaciones no se consideran productos de origen y por tanto son susceptibles de gravámenes, en este caso, de la política de protección colombiana que gravaron esos dos rubros con un sobrearancel de siete por ciento más un adicional de cinco dólares por cada kilogramo recibido.
Tal medida incidió en una disminución drástica de las ventas y por tanto de los ingresos de la ZLC que posiblemente sobrepasen los mil millones de dólares aunque esto último no está confirmado.
En el caso de Venezuela una pésima política aplicada por el gobierno anterior del expresidente Ricardo Martinelli enturbió las relaciones al querer cobrar supuestas deudas millonarias las cuales se demostró eran un fraude multimillonario por ventas a cobrar que nunca se realizaron.
Venezuela planteó claramente su disposición a negociar y pagar, pero únicamente aquellas deudas que quedaran claramente establecidas y que en los controles venezolanos no llegan a los 500 millones de dólares.
En el caso del primer cliente, Colombia, aún no se hizo pública oficialmente la disminución de ingresos por reexportaciones a ese país de textiles y calzado que no se incluyen en la protección arancelaria del Tratado de Libre Comercio firmado con Panamá.
Las reexportaciones no se consideran productos de origen y por tanto son susceptibles de gravámenes, en este caso, de la política de protección colombiana que gravaron esos dos rubros con un sobrearancel de siete por ciento más un adicional de cinco dólares por cada kilogramo recibido.
Tal medida incidió en una disminución drástica de las ventas y por tanto de los ingresos de la ZLC que posiblemente sobrepasen los mil millones de dólares aunque esto último no está confirmado.
En el caso de Venezuela una pésima política aplicada por el gobierno anterior del expresidente Ricardo Martinelli enturbió las relaciones al querer cobrar supuestas deudas millonarias las cuales se demostró eran un fraude multimillonario por ventas a cobrar que nunca se realizaron.
Venezuela planteó claramente su disposición a negociar y pagar, pero únicamente aquellas deudas que quedaran claramente establecidas y que en los controles venezolanos no llegan a los 500 millones de dólares.
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