lunes, 13 de octubre de 2014

El francés Jean Tirole gana el Nobel de Economía 2014 por sus análisis del poder de los mercados


ESTOCOLMO.- El francés Jean Tirole ha ganado el Nobel de Economía 2014 por sus análisis del poder de las empresas, la competencia y su regulación, anunció hoy la Real Academia de las Ciencias Sueca. Tirole, de 61 años, es director científico del Instituto de Economía Industrial de la Escuela de Economía, de Toulouse, Francia.

La Real Academia Sueca de Ciencias argumentó que Tirole aclaró la manera de entender y regular las industrias con unas cuantas empresas poderosas.

En su argumentación, el jurado destaca que Tirole, uno de los economistas más influyentes en estos momentos, ha arrojado luz sobre cómo se regulan los distintos sectores económicos dominados por pocas empresas, y sobre la capacidad de los gobiernos para fomentar la competencia.
Según sus análisis, muchos sectores industriales están dominados por un pequeño número de grandes empresas o por un monopolio; si no se regulan, esos mercados producen "efectos socialmente indeseables", como precios más elevados que los costes o compañías poco productivas que sobreviven bloqueando la entrada de nuevos competidores.
Desde mediados de los años ochenta, Tirole "ha insuflado nueva vida en la investigación de esos fallos de mercado", afirma la Academia Sueca.
Sus análisis de compañías dominantes han generado una teoría unificada con gran influencia en cuestiones políticas clave, como el papel que deben desempeñar los gobiernos a la hora de "abordar las fusiones o cárteles" o al regular los monopolios.
Antes de sus estudios, señala el jurado, investigadores y políticos buscaban principios generales para todos los sectores, con reglas simples como la limitación de los precios de los monopolios o la prohibición de cooperación entre competidores.
Tirole demostró teóricamente que tales reglas pueden funcionar bien bajo determinadas condiciones, pero que en algunos casos pueden ser más dañinas que beneficiosas.
La fijación de precios máximos, por ejemplo, puede llevar a las empresas dominantes a reducir costes, algo bueno para la sociedad, pero también puede derivar en ganancias excesivas, algo negativo, recoge el jurado.
La cooperación entre empresas para fijar precios suele ser perjudicial, pero cuando se da en torno a las patentes puede ser beneficiosa; la fusión de una empresa con uno de sus proveedores puede fomentar la innovación, pero también puede distorsionar la competencia, añade.
El investigador francés ha defendido así la necesidad de adaptar las políticas a cada sector de la economía y ha analizado en diversos artículos y libros esas políticas sectoriales dirigidas a ámbitos diversos, desde las telecomunicaciones a la banca.
Según la Academia Sueca, a partir de sus planteamientos los gobiernos pueden fomentar que las empresas sean más productivas y, al mismo tiempo, evitar que causen daños a los competidores o los consumidores.

Desde mediados de la década de 1980, Jean Tirole aportó nueva vida a la investigación sobre este tipo de fallas del mercado, dijo la Academia. Agregó la argumentación que el trabajo del economista cuenta con gran influencia en cómo los gobiernos se ocupan de las fusiones o los cárteles económicos, y cómo deben regular los monopolios.

Una serie de artículos del economista galo presentan un marco general para el diseño de dichas políticas y su aplicación a varias industrias, que van desde las telecomunicaciones a la banca, siempre según el informe de la Academia.

En el reporte para avalar el premio, añadieron que antes de los estudios de Tirole los responsables de las políticas preferían reglas simples, como la imposición de techos de precios para las empresas monopólicas y la prohibición de la cooperación entre competidores.

Sobre el particular, el investigador mostró que en algunas circunstancias, tales normas pueden hacer más daño que bien.

Considerado como uno de los economistas más influyentes en la actualidad, Tirol tiene importantes contribuciones a la investigación teórica.

Tirole, nacido en 1953 en Troyes, Francia, es ingeniero por la Escuela Nacional de Puentes y Caminos (1976) y la Politécnica (1974) y se doctoró en Economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (1981).
Este economista, vinculado actualmente a la Universidad de Toulouse I Capitole, ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento (2008), es caballero de la Legión de Honor (2007) y doctor honoris causa por la Universidad Libre de Bruselas (1989).

Arroja luz sobre la competencia empresarial

"La investigación es un universo que no conocía de nada. Y la economía no fue para mí una elección natural", llegó a decir el francés Jean Tirole, galardonado hoy con el premio Nobel de Economía 2014 por sus análisis del poder de los mercados y su regulación.
Nacido el 9 de agosto de 1953 en Troyes, noreste de Francia, de padre médico y madre profesora, Tirole, que obtuvo el título de ingeniero y un diploma de Estudios Profundizados en Matemáticas a los 23 años, vio en la economía una disciplina atractiva, que le fascinó como vínculo entre las matemáticas y las ciencias sociales.
"Poder enfrentarse a problemas teóricos exigentes, y por lo tanto intelectualmente apasionantes, y contribuir al mismo tiempo a la toma de decisiones es muy atractivo", afirmaba quien en 1981 se doctoró en Economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Ese centro, en el que firmó la tesis "Ensayos en teoría económica", cuenta con un total de 80 premios Nobel entre sus alumnos y profesores, incluido Paul Krugman, de quien la Real Academia de las Ciencias sueca reconoció en 2008 sus estudios de los patrones de comercio y de la localización de la actividad económica.
Tirole es el tercer francés que logra el reconocimiento, tras Gérard Debreu (1983) y Maurice Allais (1988), y aunque su libro "The Theory of Industrial Organization" está considerado la obra de referencia sobre la organización industrial y la competencia, destaca por su extrema discreción y su escasa exposición mediática.
Autor de más de 160 publicaciones científicas en grandes revistas internacionales, de una decena de libros y de más de medio centenar de discursos, el francés considera que ha tenido la suerte de "estar en el momento y en el lugar adecuados".
Su carrera, según indicó al recibir en 2008 el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, empezó en un momento en que "dos interesantes teorías matemáticas pasaron a primer plano: la Teoría de Juegos y la Teoría de la Información", de las que se ha convertido en uno de los mayores expertos en su aplicación.
Ambas ramas le permitieron, según añadió, utilizar un enfoque teórico y aplicado a la hora de analizar áreas específicas como la competencia, las finanzas o las crisis financieras.
La Academia sueca consideró hoy que sus estudios han arrojado luz sobre cómo se regulan los sectores económicos dominados por pocas empresas, y sobre la capacidad de los gobiernos para fomentar la competencia.
De él se destacó también que demostrara teóricamente que la búsqueda de principios generales para todos los sectores, con reglas simples como la limitación de los precios de los monopolios, podía funcionar bajo determinadas circunstancias, pero también ser más dañina que beneficiosa en otras.
El economista francés, presidente de la Escuela de Economía de Toulouse, suma en su currículum un doctorado "honoris causa" por la Universidad Libre de Bruselas (1989) y el haber sido condecorado caballero de la Legión de Honor de Francia (2007).
Desconocido para el gran público pero de asentado reconocimiento en la comunidad científica, Tirole vio su trayectoria profundamente marcada por los siete años pasados en el MIT, y en los intercambios "de muy alto nivel" mantenidos en ese centro con otros colegas y estudiantes.
Pese a la aplicación práctica de sus teorías y a su defensa de la necesidad de adaptar las políticas a cada sector de la economía, el investigador suele evitar decantarse públicamente en favor de uno u otro candidato político.
"Una proximidad con el mundo político puede hacer perder de vista que utilizamos un corpus científico para expresarnos", afirmaba en 2007, año en que recibió la medalla de oro del Centro Nacional francés de Investigación Científica (CNRS).
Tirole, que se dijo hoy tan contento como sorprendido de haber sido destacado con el Nobel, siguió fiel a la modestia que se le atribuye y aseguró que la recompensa premia un trabajo de equipo, en el que él ha tenido el "único mérito" de saber rodearse y acabar en el lugar adecuado.

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