LONDRES.- La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha confirmado el
rating 'BBB+' de España con perspectiva de 'estable' y ha revisado al
alza sus previsiones de crecimiento para 2014 y 2015, aunque mantiene
que el país no cumplirá con su objetivo de déficit el próximo año.
En este sentido, la agencia explica que el rating de España es
inferior al de otras grandes economías avanzadas debido a que "existen
mayores riesgos" para su solvencia derivados de su ajuste económico y
financiero dentro de la eurozona.
Sin embargo, también defiende que cuenta con "fortalezas
estructurales claves" que apoyan que su rating permanezca en la
categoría 'BBB', como la buena gobernanza en el país y su economía
diversificada y con un alto valor añadido.
La agencia ha revisado de nuevo sus previsiones de crecimiento, desde
el 0,8% al 1,3% para 2014 y desde el 1,5% al 1,7% para 2015. Al mismo
tiempo ha rebajado las de inflación desde el 0,7% al 0% para este año y
desde el 1% al 0,5% para el próximo. "Todos los sectores de la economía
están endeudados y el desempleo es excepcionalmente alto", añade.
Asimismo, ve "probable" que el Gobierno logre reducir el déficit al
objetivo del 5,5% este año, pero cree que incumplirá el 4,2% marcado
para el próximo por aproximadamente tres décimas. En su opinión, después
del fuerte ajuste en 2012-2013, el repunte de la demanda doméstica
ayudará a reducir el déficit este año y el próximo, cuyo presupuesto
depende más de mejoras propias del ciclo.
En este línea, cree que eliminar el déficit fiscal primario llevará
dos años más, en los que España seguirá siendo sensible a una
ralentización económica, mientras que prevé que la deuda pública alcance
un máximo del 102% del PIB en 2016.
Por otro lado, reconoce que en los últimos tres años España ha
adoptado reformas "significativas" en el mercado laboral, el sistema de
pensiones, el marco fiscal y el sector financiero. Sin embargo, subraya
que, aunque continuará con la implementación de algunas, no se aprobarán
grandes reformas estructurales nuevas antes de las elecciones generales
del cuarto trimestre de 2015.
Respecto al sector financiero, considera que su reestructuración ha
avanzado "bien" desde 2012 y añade que el riesgo de que sea necesario un
apoyo similar al inyectado desde 2009 (alrededor del 6% del PIB) en el
medio plazo es bajo.
De cara a futuros cambios en el rating, la agencia apunta que entre
los factores que pueden tener un impacto positivo están una "sostenida"
recuperación económica que lleve a una mejora del mercado laboral y que
esté respaldada por la implementación de reformas que favorezcan el
crecimiento.
Asimismo, sería positiva una mejora del balance exterior de España,
así como nuevos progresos en la reducción del déficit y colocar el ratio
de deuda pública en una senda descendente firme en el medio plazo.
Por el contrario, perjudicaría al rating un menor crecimiento,
menores progresos en la reducción del déficit o más deuda de la
prevista, así como un cambio en la postura fiscal y económica. También
serían negativos un gran déficit por cuenta corriente de nuevo o una
crisis constitucional por la ruptura de relaciones entre Cataluña y el
Gobierno, aunque incide en que ese no es su escenario base.
La última vez que Fitch Ratings revisó la calificación de España fue
el pasado 25 de abril, cuando elevó la nota en un escalón, desde 'BBB' a
'BBB+', situando su perspectiva en 'estable'.
De esta manera, Fitch mantiene la nota de España en un nivel más
elevado que el resto de las principales agencias de calificación, ya que
S&P la coloca actualmente en 'BBB' con perspectiva 'estable' y
Moodys en 'Baa2' con perspectiva 'positiva'.
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