MADRID.- Ser empresario o trabajador autónomo en cualquier país en el que
muchos contratos se reparten a dedo entre unos pocos o algunas licencias
sólo se otorgan previo soborno puede llevar a algunos a decidir
trabajar en 'b' para seguir adelante con su proyecto, aunque sea al
margen de la ley.
Es una de las conclusiones del informe
'Flexibilidad en el trabajo 2014', de Randstad, que afirma que cuanta
más corrupción existe entre la clase política de un país mayor será la
economía sumergida en ese territorio.
En este sentido, la
compañía señala que "el empleo sumergido supone una vía de escape para
quienes se enfrentan a la corrupción cuando tratan de desarrollar su
actividad profesional dentro de la legalidad".
Para apoyar esta
teoría, Randstad ha correlacionado el Índice de Percepción de la
Corrupción, que elabora la ONG Transparencia Internacional, con la
economía sumergida, en porcentaje del PIB, de cada país.
Los países con un mayor percepción de corrupción por parte de sus
ciudadanos, como Bulgaria, Rumanía o Grecia, tienen una mayor economía
sumergida, mientras que aquellos 'menos corruptos' como Dinamarca,
Finlandia o Suecia tienen menos economía sumergida.
En el ránking de corrupción, España ocupa la posición
40 de 175 países incluidos. Hay que matizar que este índice hace
referencia a la corrupción que perciben los propios ciudadanos de cada
país.
En cuanto a economía sumergida, la empresa de trabajo
temporal calcula que equivale al 18,6 por ciento del PIB, alrededor de
190.000 millones de euros. España cuenta con niveles muy superiores de
economía y empleo sumergido a los de países europeos como Austria
(7,5%), Luxemburgo (8%), Holanda (9,1%), Reino Unido (9,7%) o Francia
(9,9%).
Por otro lado, los países con mayor volumen de empleo y
economía en 'B' son los del Este, como Bulgaria (31%), Rumanía (28%) o
Hungría.
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