miércoles, 26 de noviembre de 2014

El desempleo caracteriza la actual situación económica en Grecia

ATENAS.- La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que si Grecia no toma decisiones para combatir el desempleo puede enfrentarse a riesgos mayores en cuanto a su actual crisis social y económica. El 50 por ciento de los desempleados están sin trabajo durante un período de al menos dos años.

Sin medidas concretas para estimular la creación de puestos de trabajo duraderos no existirá recuperación económica, destacó en Atenas el director de investigación de la OIT, Raymond Torres, durante la presentación de un informe de este organismo sobre Grecia.

El texto insta a adoptar una estrategia en materia de empleo más exhaustiva que incluya un conjunto de medidas destinadas a apoyar la creación de puestos de trabajo, abordar las repercusiones más apremiantes de la crisis y dirigirse hacia una economía sostenible.

Si el ritmo de creación de empleos se limita al 1,3 por ciento anual, Grecia no regresará al nivel que tenía en 2008, ello de cara al 2034, precisa el informe.

Torres recordó que la estrategia de recuperación de la economía griega se basa principalmente en la premisa de que la disminución de los salarios y la consolidación fiscal restablecerían por sí solas la competitividad e impulsarían el crecimiento económico.

A largo plazo, el informe propone una serie de medidas que incluyen la lucha contra el trabajo no declarado, y la ampliación de la base impositiva.

También incluye en sus propuestas, la cobertura adecuada de los sistemas de protección social, la restauración de las negociaciones colectivas y la estimulación del consumo.

Mientras tanto, tres ministros de Grecia viajaron a París para reunirse con los representantes de los acreedores extranjeros y tratar de concluir las negociaciones sobre el cumplimiento de los acuerdos contenidos en el memorando de préstamo que expira este año. Los ministros de Finanzas, Gikas Harduvelis; de Reforma Administrativa, Kyriakos Mitsotakis, y Trabajo, Yannis Vrutsis, trataron de finalizar una evaluación que se alargó durante semanas y que los delegados de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) ven lejos de concluir.

A Grecia se le acaba el tiempo, pues si quiere recibir nuevas partidas de capital debería presentar los resultados definitivos antes de la última reunión anual del Eurogrupo, que tendrá lugar el próximo 8 de diciembre.

Harduvelis anunció el envío a la troika de una documentación que justifica y argumenta la posición de Atenas con respecto al presupuesto de 2015, y explica las medidas alternativas que podrían acabar con los recelos de los prestamistas sobre el desempeño del año fiscal y la gestión del próximo ejercicio.

El responsable económico desestimó las previsiones sobre la brecha presupuestaria de Grecia para 2015 elaboradas por los acreedores, de 2.500 millones de euros, y también habría descartado cualquier cambio en los salarios y las pensiones, según publicó el diario To Vima.

Atenas quiere evitar por todos los medios la aplicación de nuevas medidas de austeridad, tal y como exige la troika, sin embargo la dura posición que mantienen Berlín y Bruselas no parece presagiar un resultado positivo para los ciudadanos griegos, que sufrirán nuevos recortes en sus ingresos y la continuación del estancamiento económico.

Grecia necesita antes de quince días el visto bueno de los prestamistas para poder cobrar 3.800 millones de euros este año y otros 14.000 en 2015 y 2016 procedentes del Fondo Monetario Internacional, pues en caso contrario se encontraría sin nuevos adelantos hasta el mes de febrero.

Pero los problemas financieros para el ejecutivo heleno no son los únicos, también en febrero deberá llevar a cabo la elección del nuevo Presidente de la República, para lo cual necesita una mayoría parlamentaria cualificada que se antoja muy difícil, o convocar elecciones anticipadas si no lo consigue.

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