BRINSBANE.- Los ministros de Economía del G-20 reunidos hoy previo a la cumbre,
tuvieron en su agenda cómo lograr en cinco años una tasa de crecimiento
del cinco por ciento de la economía mundial.
Aunque el primer ministro australiano, Tony Abbott, declaró que la cita
es económica y se centrará en adoptar decisiones para crear empleo,
identificar la evasión de impuestos y mejorar la economía mundial, no
estarán ausentes otros asuntos geopolíticos, aseguran los analistas.
Según criterios generalizados desde la propia reunión, los titulares de Economía ya discutieron temas tales como los conflictos de Ucrania y Siria, la imparable marcha del grupo Estado Islámico y el impacto del virus del ébola, los que también podrán acaparar la atención de los mandatarios el sábado y domingo.
El ministro de finanzas de Australia, Joe Jockey, comentó que la mayor expectativa está relacionada con la aprobación de un programa claro y realizable para estimular el avance de la economía global.
Hockey dijo que previo al evento, los países miembros del G-20 presentaron unas mil propuestas concretas, cuya realización ayudará a acelerar en estos próximos cinco las inversiones en los proyectos infraestructurales, la lucha contra la evasión fiscal de las compañías transnacionales y la liberalización del comercio internacional.
No obstante, reconoció que sus homólogos no logran todavía acordar todas las cuestiones para la Cumbre, pero si eliminaron las principales diferencias.
Durante las gestiones de Australia al frente del G-20 se priorizó las medidas que incrementen el valor del Producto Interno Bruto del bloque en un dos por ciento adicional para 2019, lo que significa inyectar al mundial más de dos billones (millón de millones) de dólares adicionales.
El G20 está formado por Argentina, Australia, Brasil, Reino Unido, Alemania, la Unión Europea, India, Indonesia, Italia, Canadá, China, México, Rusia, Arabia Saudita, Estados Unidos, Turquía, Francia, Sudáfrica, Corea del Sur y Japón.
Rusia se desempeñó en la presidencia del G-20 el pasado año, este lo hace Australia y el venidero lo hará Turquía.
Según criterios generalizados desde la propia reunión, los titulares de Economía ya discutieron temas tales como los conflictos de Ucrania y Siria, la imparable marcha del grupo Estado Islámico y el impacto del virus del ébola, los que también podrán acaparar la atención de los mandatarios el sábado y domingo.
El ministro de finanzas de Australia, Joe Jockey, comentó que la mayor expectativa está relacionada con la aprobación de un programa claro y realizable para estimular el avance de la economía global.
Hockey dijo que previo al evento, los países miembros del G-20 presentaron unas mil propuestas concretas, cuya realización ayudará a acelerar en estos próximos cinco las inversiones en los proyectos infraestructurales, la lucha contra la evasión fiscal de las compañías transnacionales y la liberalización del comercio internacional.
No obstante, reconoció que sus homólogos no logran todavía acordar todas las cuestiones para la Cumbre, pero si eliminaron las principales diferencias.
Durante las gestiones de Australia al frente del G-20 se priorizó las medidas que incrementen el valor del Producto Interno Bruto del bloque en un dos por ciento adicional para 2019, lo que significa inyectar al mundial más de dos billones (millón de millones) de dólares adicionales.
El G20 está formado por Argentina, Australia, Brasil, Reino Unido, Alemania, la Unión Europea, India, Indonesia, Italia, Canadá, China, México, Rusia, Arabia Saudita, Estados Unidos, Turquía, Francia, Sudáfrica, Corea del Sur y Japón.
Rusia se desempeñó en la presidencia del G-20 el pasado año, este lo hace Australia y el venidero lo hará Turquía.
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