PEKÍN.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un mensaje entre amistoso y retador hacia China,
defendió hoy el liderazgo mundial de su país sobre la base de su
fortaleza económica y su rol dirigente en asuntos internacionales, sin
dejar de dar la bienvenida al ascenso de la potencia asiática.
"He venido en un momento en el que, por todo el mundo, Estados Unidos
está liderando desde una posición de fuerza", dijo en tono victorioso
Obama en un discurso pronunciado en un foro de líderes empresariales en
el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico
(APEC).
Recién salido de unas elecciones de medio término en las que ha
sufrido un fuerte varapalo, el mandatario sacó hoy la artillería pesada
para reivindicar no sólo la hegemonía estadounidense, sino también su
propio liderazgo -al menos en la arena internacional-, más cuestionado
que nunca.
"Bien sea en nuestra lucha para destruir la red terrorista conocida
como el Estado Islámico (EI) o en combatir la epidemia de ébola en el
oeste de África, la única constante -la única necesidad global- es y ha
sido el liderazgo estadounidense", dijo Obama a la audiencia.
Ese liderazgo está respaldado por "la renovada fortaleza de nuestra
economía", manifestó Obama, para destacar después cifras sobre la
creación de empleo, la caída del déficit o el "boom" energético como
prueba de que la "economía estadounidense está mejor posicionada para
liderar en el siglo XXI que ninguna otra nación en la Tierra".
Pese a esa velada advertencia a la segunda economía mundial, Obama
subrayó hoy hasta en dos ocasiones que "Estados Unidos da la bienvenida a
una China al alza, próspera, pacífica y estable", y añadió que, "aunque
competimos por negocios, también cooperamos en una amplia gama de retos
y oportunidades".
Entre esos retos, citó la lucha contra el ébola, el cambio climático o
la proliferación nuclear, y aseguró que Estados Unidos "ha ayudado a
integrar a China en la economía global, porque eso también va a favor de
los intereses estadounidenses".
En virtud de la cooperación bilateral, Obama subrayó el ánimo en
impulsar un "ambicioso" tratado de inversión bilateral con Pekín, y
anunció haber llegado a un acuerdo con la potencia asiática para relajar
la política de visados, de forma que los permisos para turismo y
negocios sean válidos durante 10 años y los de estudiantes por un
quinquenio.
En la víspera de arrancar su visita de Estado tras el término de la
cumbre de la APEC el martes, Obama recordó su encuentro con el
presidente chino, Xi Jinping, en junio de 2013 en California (el primero
entre ambos como mandatarios).
Entonces, el ciberespionaje se convirtió en uno de los temas estrella
del encuentro, al coincidir con las primeras revelaciones del extécnico
de la CIA Edward Snowden sobre un entramado de vigilancia nacional e
internacional del Gobierno de Estados Unidos a su sistema de
comunicaciones.
Tras meses de nuevas acusaciones recíprocas al respecto, Obama sólo
quiso tocar hoy de puntillas ese asunto y expresó: "esperamos que China
se convierta en una economía innovadora que proteja los derechos de
propiedad intelectual y rechace el ciberespionaje para obtener
beneficios comerciales".
También con cierta timidez y sin especificar, Obama mencionó su
interés en que el gigante "se levante a favor de los derechos humanos y
la libertad de prensa", poco después de que pidiera evitar la violencia
en las protestas democráticas de Hong Kong.
"Nuestro primordial mensaje ha sido garantizar que se evite la
violencia mientras el pueblo de Hong Kong intenta solucionar la próxima
fase de su relación" con Pekín, afirmó el presidente estadounidense en
unas declaraciones durante una reunión con el primer ministro
australiano, Tony Abbott.
Aún así, señaló de forma diplomática: "no esperamos que China siga el modelo estadounidense en cada situación".
Aunque se estima que los temas más peliagudos sólo los tratará el
miércoles cuando mantenga un esperado encuentro informal con Xi al
estilo del que mantuvieron en California, el mensaje de Obama resultó
hoy ante todo pragmático y comedido, pese a ciertos asuntos difíciles de
conciliar con el país anfitrión.
Así, recordó que China "es nuestro mercado de exportación que más
rápido crece", destacó el aumento de la inversión directa de la potencia
asiática en Estados Unidos (hasta seis veces mayor ahora que hace cinco
años) o la creciente fuente de empleo de empresas chinas en el país
norteamericano.
Obama también se reunió hoy con representantes de los otros once
países que integran el Acuerdo Transpacífico (TPP) para impulsar la fase
final de un tratado de libre comercial regional, que excluye a China y
que despierta las suspicacias de Pekín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario