PARÍS.- La Comisión Europea (CE) publicó hoy sus proyecciones para la economía de Francia, en las cuales prevé una situación compleja, con un crecimiento bajo y un déficit público que puede llegar a ser el más grande de la eurozona.
En su presupuesto para el año venidero París aceptó la imposibilidad de
cumplir las imposiciones de Bruselas de reducir el desequilibrio de sus
finanzas por debajo del tres por ciento del Producto Interno Bruto
(PIB).
Según el documento entregado por el ejecutivo francés a la Comisión, el déficit a finales de 2015 sería de 4,3 puntos, se reduciría a 3,8 el año siguiente y alcanzaría la meta de 3,0 en 2017, año de elecciones presidenciales y legislativas.
Este martes Bruselas echó por tierra esas estimaciones y aseguró que en 2016 Francia tendrá el desbalance más grande de toda la zona euro, equivalente al 4,7 por ciento del PIB.
La noticia significa un duro golpe para el presidente François Hollande, quien durante los últimos meses anunció en numerosas oportunidades que la reactivación de la economía está al alcance de la mano.
Tanto el jefe de Estado como el primer ministro, Manuel Valls, realizaron gestiones ante sus socios europeos, sobre todo en Alemania y Reino Unido, en búsqueda de inversiones destinadas a estimular el crecimiento, sin obtener resultados positivos.
La gira que efectúa en estos días Hollande por Canadá tiene un marcado acento económico, sobre todo en materia de energéticos.
El reporte de la CE también desestima las metas de crecimiento del PIB de Francia y las fija en 0,3 este año; 0,7 el próximo, y 1,5 en 2016.
Con estos índices será imposible revertir el constante crecimiento del desempleo, uno de los problemas más acuciantes de la nación que afecta en estos momentos a más de 3. 340.000 personas en edad laboral.
De acuerdo con los economistas, para crear una cantidad suficiente de puestos y reducir el paro el PIB debe aumentar de manera constante en al menos 1,5 puntos, cifra aún lejana.
Este jueves en ocasión de arribar a la mitad de su mandato Hollande dirigirá un mensaje a la nación, donde se esperan anuncios importantes sobre el rumbo del gobierno en materia económica, política y social durante los próximos dos años y medio.
Según el documento entregado por el ejecutivo francés a la Comisión, el déficit a finales de 2015 sería de 4,3 puntos, se reduciría a 3,8 el año siguiente y alcanzaría la meta de 3,0 en 2017, año de elecciones presidenciales y legislativas.
Este martes Bruselas echó por tierra esas estimaciones y aseguró que en 2016 Francia tendrá el desbalance más grande de toda la zona euro, equivalente al 4,7 por ciento del PIB.
La noticia significa un duro golpe para el presidente François Hollande, quien durante los últimos meses anunció en numerosas oportunidades que la reactivación de la economía está al alcance de la mano.
Tanto el jefe de Estado como el primer ministro, Manuel Valls, realizaron gestiones ante sus socios europeos, sobre todo en Alemania y Reino Unido, en búsqueda de inversiones destinadas a estimular el crecimiento, sin obtener resultados positivos.
La gira que efectúa en estos días Hollande por Canadá tiene un marcado acento económico, sobre todo en materia de energéticos.
El reporte de la CE también desestima las metas de crecimiento del PIB de Francia y las fija en 0,3 este año; 0,7 el próximo, y 1,5 en 2016.
Con estos índices será imposible revertir el constante crecimiento del desempleo, uno de los problemas más acuciantes de la nación que afecta en estos momentos a más de 3. 340.000 personas en edad laboral.
De acuerdo con los economistas, para crear una cantidad suficiente de puestos y reducir el paro el PIB debe aumentar de manera constante en al menos 1,5 puntos, cifra aún lejana.
Este jueves en ocasión de arribar a la mitad de su mandato Hollande dirigirá un mensaje a la nación, donde se esperan anuncios importantes sobre el rumbo del gobierno en materia económica, política y social durante los próximos dos años y medio.
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