MADRID.- El ministro español de Economía, Luis de Guindos, ha
admitido esta semana que la evolución de la recuperación económica en la
Eurozona "sigue defraudando" y "preocupa" a los responsables políticos,
y ha pedido un plan de estímulos coordinado entre todos los estados
miembros y con visión de conjunto, ya que las medidas que aplican unos
países impactan en sus socios.
El ministro ha hecho hincapié en que la
recuperación económica en España se está "consolidando" y "proseguirá en
el próximo año" pese a que el entorno internacional es "peor de lo
esperado" y plantea "incertidumbres y desafíos".
"La economía mundial continúa por la senda de la recuperación pero
a un ritmo peor de lo esperado. No sólo sigue siendo frágil, sino muy
desigual. Y la Eurozona vuelve a ser motivo de preocupación, no tanto
por las tensiones financieras de hace unos años, sino por un panorama de
crecimiento e inflación muy bajos. El comportamiento de la Eurozona
sigue defraudando", ha reconocido el ministro.
Y es que las previsiones para el segundo semestre de este
ejercicio en los diferentes países de la zona euro "no parecen apuntar a
comportamientos significativamente mejores" a los constatados entre
enero y junio, cuando países como Alemania o Francia han visto frenada
su evolución, por lo que algunos empiezan ya a "comentar" la posibilidad
de una "tercera recesión".
"Confío en que este riesgo no va a materializarse y que el
estancamiento desaparecerá a fin de año y la recuperación se afianzará
progresivamente", ha añadido De Guindos, recordando que aunque los
indicadores adelantados "no son muy halagüeños" para la Eurozona, hay
factores que explican la ralentización de países como Alemania --tanto
climatológicos como de geopolítica por la crisis de Ucrania-- que
deberían desaparecer y dejar de ejercer su influencia sobre la economía,
lo que permite ser "relativamente optimistas".
En cualquier caso, a juicio del titular español de Economía, las causas de
esta situación estriban en una demanda interna "insuficiente" y en la
falta de reformas que aborden "totalmente" los problemas estructurales
de la Eurozona, lo que ha "afectado a las expectativas de crecimiento a
medio y largo plazo".
Por eso, De Guindos cree que "Europa necesita un plan de política
económica ordenado y coherente, con acciones para superar las
debilidades y recuperar la confianza de los agentes económicos".
"Un
plan que debe diseñarse coordinadamente entre los estados miembros y con
una visión de conjunto de la Eurozona. Es algo vital porque los efectos
de las medidas que se adoptan en cada país impactan indirectamente en
otros", ha insistido.
Este programa europeo debe contar con los instrumentos de la
política monetaria puestos en marcha por el Banco Central Europeo (BCE)
--si bien la bajada de tipos tiene efectos limitados en las economías
muy endeudadas--, con un programa "ambicioso de reformas de los mercados
por el lado de la oferta para aumentar el crecimiento potencial de la
economía" y con las posibilidades de la política fiscal a la hora de
garantizar la sostenibilidad de las cuentas y estabilizar la demanda.
"Para cumplir ambas condiciones, hace falta aplicar de forma
inteligente el Pacto de Estabilidad para hacer uso de los mecanismos de
flexibilidad presentes en la actualidad. Lo que en ningún caso podemos
hacer es caer en errores del pasado, cuando se cambiaron las reglas del
Pacto para adecuarse a las circunstancias específicas de algunos
países", ha señalado, dirigiéndose tanto a Alemania como a Italia y
Francia.
En este contexto se mueve el llamado 'Plan Juncker', que pretende
movilizar 300.000 millones de euros de inversión privada y pública entre
2015 y 2017 para respaldar proyectos "adecuados" y "viables" con un
"claro valor añadido europeo y efectos en el crecimiento a largo plazo".
Frente a esta coyuntura internacional, De Guindos ha reiterado el
mensaje del Gobierno de que España se alza como un país con un perfil
"diferenciado" que resistirá los envites de la crisis de la Eurozona.
Y es que el "buen comportamiento" del crecimiento "ininterrumpido"
del PIB durante cinco trimestres "contrasta" con el estancamiento de
los demás países de la Eurozona, y la "buena" evolución del mercado
laboral está permitiendo una "reducción del paro y una creación de
empleo más rápida de lo previsto".
"La realidad está siendo mejor que nuestras proyecciones, y este
buen comportamiento nos permitirá entrar con fuerza en 2015 y continuar
con este crecimiento diferencial respecto a la Eurozona", ha insistido
el ministro.
De Guindos confía en que una posible nueva recesión de la zona euro no
tendrá las consecuencias que tuvo la de 2011 porque España está "mejor
preparada" y los "fundamentos de la economía son completamente
diferentes" a los de entonces.
"España se sitúa hoy en una situación completamente diferente a la
de hace tres años. Ya no somos una rémora para Europa, sino que
contribuimos al crecimiento y, además, estamos en condiciones de aportar
al debate y al diseño de la Eurozona con la credibilidad de nuestra
experiencia reciente", ha destacado el ministro, advirtiendo en
cualquier caso de que no es momento de "caer en la autocomplacencia"
sino que el "esfuerzo debe continuar".
De Guindos ha reconocido que "España no es inmune
a lo que pase fuera", pero ha recordado que "por el momento todo los
indicadores disponibles muestran que no ha habido un impacto en absoluto
importante sobre la actividad económica".
"Por supuesto que sería mucho mejor tener tasas positivas de
crecimiento en Europa y no tener incertidumbres, pero los indicadores
que vamos viendo, y que espero que veamos en los próximos meses,
muestran que España, de alguna manera, está capeando la desaceleración
económica, y esperamos que siga haciéndolo hasta que empiece a llegar la
recuperación a Europa", asegura el titular de Economía.
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