BRUSELAS.- Los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) han acordado
diferir hasta septiembre de 2015 el pago por parte de Londres del
reajuste de 2.100 millones de euros de su contribución al presupuesto
comunitario, una decisión que el ministro británico de Finanzas, George
Osborne, ha saludado como una victoria de su país frente a Bruselas.
El primer ministro británico, David Cameron, había considerado como
"inaceptable" esta factura presentada a mediados de octubre por la
Comisión Europea y que Gran Bretaña debía pagar el 1 de diciembre. Este
nuevo plazo dado en la reunión de ministros de Finanzas de este viernes
en Bruselas significa que Londres pagará dicha cantidad después de las
elecciones británicas de mayo. "Logramos más" de lo esperado, "es un
verdadero éxito", ha afirmado Osborne.
Tras la incorporación de nuevos parámetros para el cálculo del PIB,
que tienen en cuenta la bonanza económica de algunos países y que
incluyen actividades de la economía sumergida como el tráfico de drogas y
la prostitución, Bruselas presentó un reajuste de 2.100 millones de
euros para Reino Unido y de 642 millones para Holanda. En cambio, le
rebajó la factura a España en 168,9 millones, a Francia en 1.270
millones y a Alemania en 779 millones de euros.
Una situación "excepcional"
"El Consejo reconoció el carácter excepcional de la situación y pidió
a la Comisión Europea cambiar las reglas" para permitir este
compromiso, ha indicado un diplomático. "Nadie puso en cuestión las
cifras de la Comisión Europea", ha indicado el ministro español de
Economía, Luis de Guindos, en rueda de prensa.
Londres pagará "cuando quiera". Su única obligación es saldar el
monto en un plazo que corre hasta el 1 de septiembre, han informado
fuentes comunitarias. "Pueden pagar después de las elecciones", han
precisado dichas fuentes.
Londres efectuará dos pagos, uno en julio y el otro en septiembre de
2015, ha apuntado otra fuente europea. "Obtuvimos un plazo (mayor), no
pagaremos intereses" y "obtuvimos cambiar las reglas para que esto no se
reproduzca", ha resaltado Osborne. La comisaria de Presupuesto,
Kirstalina Georgieva, ha indicado por su parte que los ministros y la
Comisión han tomado nota del caso para que no se repita en el futuro.
Cameron sale ganador del pulso
Este acuerdo tiene como objetivo dar satisfacción al primer ministro
David Cameron, opuesto a pagar esta factura en la fecha prevista del
próximo 1 de diciembre, y que deseaba ganar tiempo con vistas a las
elecciones de mayo 2015, indicaron fuentes europeas.
Pero la actitud de Cameron exaspera cada vez más a sus socios
europeos. "Es insoportable", señaló un participante de la última cumbre
de finales de octubre. "David Cameron fue el primero en insistir sobre
la necesidad de no politizar el caso y es lo primero que hizo", agregó
otro asistente.
En la cumbre de octubre, cuando todos los mandatarios estaban
reunidos, Cameron ofreció una rueda de prensa en la que se declaró
"furioso" por esta factura y aseguró que no la pagaría. El presidente de
la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, también mostró signos de
exasperación. "Tomé notas, y cuando comparo lo que se dijo en la sala y
en el exterior, no coincide", dijo. Las cumbres europeas sirven "para
solucionar problemas, no para amplificarlos", añadió.
Cameron se encuentra bajo una intensa presión nacional por el avance
del partido euroescéptico UKIP de Nigel Farage, que se impuso en las
elecciones europeas de mayo y que el mes pasado logró su primer escaño
en el Parlamento británico.
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