WASHINGTON.- Los presidentes de China y Estados Unidos, Xi
Jinping y Barack Obama, respectivamente, han alcanzado este miércoles un
acuerdo para limitar la emisión de gases de efecto invernadero, lo que
supone el primer compromiso de Pekín para limitar las emisiones de
carbono, mientras que Washington las rebajará en un 25 por ciento de
cara de 2025.
China, el principal emisor a nivel mundial de gases de efecto
invernadero, se ha comprometido a rebajar sus emisiones de cara a 2030, o
antes si es posible, rebajando en un 20 por ciento la tasa de
combustibles no fósiles antes de ese año.
Por su parte, Obama ha anunciado que las autoridades
estadounidenses tendrán como objetivo recortar en 2025 entre un 26 y un
28 por ciento sus emisiones respecto a las de 2005, en el primer
compromiso de este tipo más allá del existente del 17 por ciento en
2020.
Ambos países emiten de forma conjunta cerca del 40 por ciento de
las emisiones de efecto invernadero a nivel mundial, por lo que el
compromiso podría relanzar las conversaciones para establecer nuevos
compromisos más allá de 2020 en las reuniones previstas en París para
este mismo año.
El Gobierno de Obama hace frente a múltiples críticas de la
oposición republicana, que quiere usar su control del Congreso para
limitar el poder de la Agencia de Protección Medioambiental, según ha
informado el diario estadounidense 'The Washington Post'.
Para cumplir con los nuevos compromisos alcanzados, Washington
tendrá que duplicar el ritmo de reducción de la polución del 1,2 por
ciento anual entre 2005 y 2020 al 2,3 ó 2,8 por ciento entre 2020 y
2025.
El anuncio de China supone la culminación de años de cambio en la
actitud de la población ante las elevadas tasas de contaminación. El
Gobierno ha prohibido incluso la construcción de plantas de carbón en
algunas regiones ante la situación, en muchos casos insostenible.
El anuncio ha llegado durante un encuentro en el que también se
han alcanzado acuerdos para recortar las tarifas de los productos
tecnológicos, la adopción de medidas de advertencia para reducir las
posibilidades de un conflicto militar, y la facilitación de la entrega
de visados.
Los negociadores chinos y estadounidenses han acordado así
eliminar tarifas de un billón de dólares al año en la venta global de
tecnologías de la información y la comunicación, incluyendo productos
como los GPS, el equipamiento médico y las videoconsolas.
El representante del Departamento de Comercio estadounidense,
Michael Froman, ha dicho que el acuerdo es un "progreso" que podría
mejorar el comercio bilateral y ayudar a crear puestos de trabajo.
El acuerdo irá ahora a la Organización Mundial del Comercio (OMC),
donde los 52 integrantes del bloque han de dar su autorización. En caso
de que sea así, será el principal acuerdo de la organización desde
1996.
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