BRUSELAS.- Los Veintiocho han dado ya luz verde al acuerdo cerrado
días antes por los negociadores del Consejo con el Parlamento Europeo y
la Comisión para reducir drásticamente el uso de bolsas de plástico en
los próximos años, con medidas específicas bien para recortar su uso en
un 80% de aquí a 2025, bien garantizando que no se distribuirán
gratuitamente a partir de 2018.
La nueva norma, que requiere aún el visto bueno de la comisión de
Medio Ambiente del Parlamento y la ratificación formal del Consejo y del
pleno de la Eurocámara, podría estar en marcha en "primavera de 2015",
según fuentes europeas.
Los Estados miembros tendrán 18 meses para su
puesta en vigor.
La Comisión Europea, sin embargo, que no ve con buenos ojos los
compromisos fijados porque considera que no hay datos suficientes para
fijar estos objetivos, ha advertido de que su transposición a las
legislaciones nacionales podría complicarse. Bruselas ha dicho que no
bloqueará la norma, pese a que establecer esas metas por países no
permite la "flexibilidad" que defendía esta institución, según ha
explicado esta semana el vicepresidente primero del Ejecutivo
comunitario, Frans Timmermans.
Finalmente, el acuerdo introduce la obligación para los Estados
miembros de tomar medidas específicas con las que asegurar que el
consumo de bolsas de plástico más comunes (hasta 50 micras de espesor),
se reduce a un máximo de 90 bolsas al año por ciudadano a finales de
2019 y a un máximo de 40 bolsas para el 31 de diciembre de 2025. Ello
equivale a objetivos de reducción obligatorios del 50 % y de 80 %,
respectivamente.
Los países, no obstante, podrán elegir una medida alternativa a estos
porcentajes de reducción y actuar para que cuando llegue el 31 de
diciembre de 2018 no se ofrezcan de manera gratuita ninguna bolsa de
plástico de esta categoría, sino que se fijen precios obligatorios, como
ya ocurre en muchos comercios europeos. Además, cada Estado miembro
podrá eximir de la obligación (ya sea limitación del consumo o fijación
de precio) a aquellas bolsas cuyo espesor no supere los 15 micras, un
tipo habitualmente utilizado, por ejemplo, para las frutas y verduras.
La industria europea del plástico ha expresado en un comunicado su
"preocupación" por los efectos que esta nueva norma podría tener en el
mercado interior y advierte de que permitir a los Estados prohibir las
bolsas de plástico "abre la puerta" a vetar otros tipos de envases, lo
que va contra de la legislación europea en materia de empaquetado.
El
director ejecutivo de Plastics Europe, Karl-H. Foerster, ha criticado
esta posibilidad, pero también ha mostrado el apoyo de la industria a la
introducción de una tasa sobre las bolsas de plástico, porque
contribuye a concienciar al consumidor.
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