LONDRES.- Los Países Bajos han retirado de EE.UU. una cantidad de oro equivalente a
5.000 millones de dólares. La crisis financiera de Europa ha obligado a
otros países del continente a repatriar las reservas en oro que guardan
en bancos de extranjeros.
El desequilibrio en
la emisión de billetes por parte de la mayoría de los bancos centrales
ha provocado que muchos países de Europa se planteen si las reservas de
oro que guardan en el extranjero están seguras.
El
banco central de los Países Bajos, De Nederlandsche Bank, ha sido uno
de los últimos bancos en retirar sus reservas de oro de los bancos
extranjeros. El pasado 21 de noviembre el banco declaró que 612,5
toneladas del oro que mantenía en EE.UU. habían vuelto a Ámsterdam. La
medida, asegura el portavoz de la entidad, tiene como objetivo
redistribuir las reservas de oro holandesas de manera más eficaz y
equilibrada.
"Con estas acciones nuestro banco
se une a otros bancos centrales que actualmente ya guardan sus reservas
en sus propios países", afirma el banco holandés. "Esto, junto a una
distribución más equilibrada de las reservas, permitirá a los bancos
europeos devolver la confianza a sus inversores y a la opinión pública",
cita las palabras de un portavoz del banco holandés Investing.com.
En
este momento el 31% de las reservas de oro de los Países Bajos están
depositadas en Ámsterdam, el 31% en Nueva York, el 20% en Ottawa
(Canadá) y el 18% en Londres.
Mañana 30 de
noviembre Suiza celebrará un referendo llamado 'Salvemos nuestras
reservas de oro'. Si en este referendo se aprueba la decisión de
repatriar las reservas de oro que el país helvético guarda en el
extranjero (concretamente en Canadá y el Reino Unido), el Banco Nacional
Suizo tendría que reconvertir la quinta parte de sus activos en
efectivo, según The Guardian.
En Francia
algunas voces también exigen que el oro galo vuelva a casa.
Concretamente, la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, hizo un
llamamiento para que el Banco Central de Francia repatriara sus reservas
del extranjero. La líder mandó una carta abierta a Christian Noyer,
gerente del Banque de France, para que la entidad lleve a cabo una
auditoría de 2.435 toneladas de oro físico.
Lo
mismo trató de hacer Berlín el año pasado al declarar el plan de llevar
de vuelta a Alemania el oro desde EE.UU. y Francia. Pero su intento
fracasó este verano cuando Alemania finalmente decidió mantener en el
extranjero sus reservas de oro, que en total equivalen a 635.000
millones de dólares. A día de hoy Alemania guarda solo el 31% de su oro
en el Bundesbank, con sede en Fráncfort; el resto del oro lo tiene
repartido entre Londres (13%), París (11%) y Nueva York (45%).
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