TOULOUSE.- Airbus sobrepasó holgadamente sus
previsiones para 2014, aunque el constructor aeronáutico europeo ha
visto frustradas sus ambiciones para el super Jumbo A380, y aún se
encuentra por detrás de su rival Boeing en término de pedidos.
A
25 de diciembre, Airbus había acumulado 1.170 pedidos netos frente a
los 1.327 del grupo estadounidense, según cálculos basados en
los comunicados difundidos por ambos constructores.
El balance
comercial del grupo europeo será muy superior a los 626 pedidos del año
pasado, pero no llegará al objetivo establecido para el A380.
Aunque
contaba con la venta de 30 super Jumbos, solo ha logrado vender 14,
tras la última anulación de la compra de seis aparatos por parte de la
compañía japonesa Skymark.
Pese al revés, el presidente de Airbus,
Fabrice Brégier, defendió tozudamente la pertinencia de este avión,
operativo desde finales de 2007, y descartó la hipótesis de la detención
prematura del programa.
"La idea de que podríamos pensar en detener la construcción del A380 es simplemente una locura", declaró.
Para
desarrollar este aparato, Airbus desembolsó 25.000 millones de dólares
(más del doble que para el A350), según fuentes del sector, debido a las
grandes dificultades de fabricación.
En 2012 aparecieron microfisuras en la estructura de las alas, lo que retrasó la producción.
La duplicación del tráfico aéreo mundial cada 15 años es una tendencia favorable al super jumbo, insistió Brégier.
El A380 es el avión de línea más grande del mundo, con una capacidad que llega a los 800 pasajeros.
Sin
embargo, el precio del aparato, (414,4 millones de dólares en catálogo)
continua siendo un freno para los compradores. A ello se suma el hecho
de que no todos los aeropuertos tienen las infraestructuras necesarias,
muy costosas, para permitir el aterrizaje de estos aparatos.
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