PARÍS.- El débil crecimiento de la economía francesa es uno de los elementos que más pesa hoy sobre el incremento de una deuda pública que supera los dos billones (millón de millones) de euros.
En 1974, el débito del país era de sólo 12 por ciento del Producto
Interno Bruto (PIB); en 1981 alcanzó el 50 y ahora se acerca al 100 por
ciento, bastante por encima del 60 estipulado por la Unión Europea,
según estudios divulgados.
Datos brindados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos reflejan que en el tercer trimestre del año en curso el endeudamiento alcanzó el 95,2 por ciento del PIB, frente al 95,1de los tres meses anteriores.
También su déficit presupuestario ascendió al 4,6 por ciento desde el 4,5 precedente.
La agencia calificadora Fitch bajó recientemente la nota de Francia debido a las dificultades para conseguir el equilibrio financiero y al débil crecimiento económico.
Fitch redujo en un escalón la nota del país desde doble A positiva hasta doble A, también a causa de la incertidumbre sobre la evolución de la inflación a corto plazo.
Un comunicado de esa agencia señaló que el gobierno francés postergó por dos ocasiones desde 2012 el objetivo de reducir el déficit al tres por ciento del PIB, como lo reclama la Unión Europea, lo cual se aplazó hasta 2017.
Aunque se adoptaron medidas adicionales de ahorro para reducir el desequilibrio financiero, ello no será suficiente para cambiar la dinámica de la deuda pública, advirtió.
El Ministerio galo de Finanzas prevé que el PIB crecerá 0,4 por ciento para el conjunto de 2014. Sin embargo, advierte que el alza todavía es débil, incapaz de generar empleos de forma sostenida y comenzar a invertir la curva ascendente del paro.
Datos brindados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos reflejan que en el tercer trimestre del año en curso el endeudamiento alcanzó el 95,2 por ciento del PIB, frente al 95,1de los tres meses anteriores.
También su déficit presupuestario ascendió al 4,6 por ciento desde el 4,5 precedente.
La agencia calificadora Fitch bajó recientemente la nota de Francia debido a las dificultades para conseguir el equilibrio financiero y al débil crecimiento económico.
Fitch redujo en un escalón la nota del país desde doble A positiva hasta doble A, también a causa de la incertidumbre sobre la evolución de la inflación a corto plazo.
Un comunicado de esa agencia señaló que el gobierno francés postergó por dos ocasiones desde 2012 el objetivo de reducir el déficit al tres por ciento del PIB, como lo reclama la Unión Europea, lo cual se aplazó hasta 2017.
Aunque se adoptaron medidas adicionales de ahorro para reducir el desequilibrio financiero, ello no será suficiente para cambiar la dinámica de la deuda pública, advirtió.
El Ministerio galo de Finanzas prevé que el PIB crecerá 0,4 por ciento para el conjunto de 2014. Sin embargo, advierte que el alza todavía es débil, incapaz de generar empleos de forma sostenida y comenzar a invertir la curva ascendente del paro.
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