BRUSELAS.- Grecia entra en un nuevo período
de incertidumbre en el que la perspectiva de un triunfo de la izquierda
radical en los comicios de enero hace resurgir el temor a su salida del
euro, dicen los analistas que no obstante consideran poco probable que
una eventual crisis se extienda a la Eurozona. Como en lo peor de la crisis en 2012, Grecia se encuentra nuevamente al borde de lo desconocido.
El
tercer intento fallido por elegir presidente este lunes hizo caer la
Bolsa de Atenas más de 11% (aunque luego cerró -3,91%), llevó al Fondo
Monetario Internacional a suspender su ayuda hasta que se forme un nuevo
gobierno y obligó a la Comisión Europea, que apoyaba abiertamente al
candidato oficialista Stavros Dimas, a pedir a los electores, y líderes
políticos griegos, que apoyen la agenda de reformas "esenciales para
prosperar en la zona euro".
El ministro de Finanzas alemán,
Wolfgang Schauble, dijo que "no hay alternativa" a las reformas
iniciadas en Grecia, gane quien gane los comicios.
Los sondeos de
opinión colocan en el primer lugar de intención de voto al partido de
izquierda radical Syriza, liderado por Alexis Tsipras, que se opone a
las políticas de austeridad y aboga por el fin de las reformas impuestas
por la troika de acreedores (Unión Europea, Banco Central Europeo y FMI).
Pero
para algunos analistas el escenario se vuelve a repetir y es similar al
de 2012. Ese año, recuerda Holger Schmieding, analista de Beremberg,
"una elección anticipada que amenazaba con dejar fuera del euro a Grecia
(...) llevó finalmente a los griegos a optar por la coalición de
conservadores y socialistas", alianza que llevó a la jefatura de
gobierno a Antonis Samaras.
Los griegos nunca llevaron al poder a un partido radical, señala por su parte Jan Techau, director de Carnegie Europe.
Y
si ese fuese el escenario, "la posibilidad de un gobierno dirigido por
Syriza, su habilidad para formar un gobierno estable es incierta, por lo
que el riesgo es alto de un periodo prolongado de inestabilidad",
observa Diego Iscaro de IHS Global.
"Aún sigue siendo incierto"
cuál será el resultado de las elecciones e "incluso si se impone
(Syriza)" poco se sabe sobre "cuánto de su agenda radical podrá poner en
obra", añadió Jan Techau.
"Syriza moderó levemente su tono, lo
que sugiere que al menos hay una oportunidad de que Grecia no salga del
euro si llega al poder", indicó Schmieding.
Pero si no hay ningún
acuerdo entre los acreedores y un futuro gobierno dirigido por Syriza,
Grecia podría caer en cesación de pagos y salir de la zona euro. Este
escenario tiene un "30% de posibilidades" de concretarse, estimó
Schmieding.
Para Schmieding, este "accidente para Grecia" no
afectaría sin embargo al resto de la Eurozona que tiene ahora "unos engrasados mecanismos" para hacer frente a las crisis. Schmieding cita el
fondo de rescate europeo, el Mecanismo Europeo de Estabilidad, así como
la predisposición del BCE para "contener el contagio de una crisis".
En
tono más pesimista, Jacques Cailloux, de Nomura Securities, estima que
la salida de Grecia de la zona euro sería "el único acontecimiento que
podría tener un efecto contagio muy fuerte".
Más allá de los
aspectos económicos, una victoria de Syriza podría impulsar en Europa la
popularidad de los partidos que se pronuncian contra las políticas de
austeridad, entre ellos el antiliberal español Podemos, que suscita
hostilidad en medios políticos y mediáticos en España (donde se
celebrarán elecciones generales a fin del año 2015).
Su líder, Pablo
Iglesias, no tardó este lunes en alentar al griego Alexis Tsipras tras
el voto de los diputados griegos. En su cuenta de Twitter escribió: "2015 será el año del cambio en España y en Europa. Empezaremos en Grecia. Vamos Alexis! Vamos @syriza_gr!!".
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