BERLÍN.- El ministro alemán de Economía, Wolfgang Schuble, rechazó hoy una
posible caída de su país en la recesión y pronosticó que hasta 2018 la
llamada locomotora europea cerrará con superávit todos sus ejercicios
fiscales.
Tras una reunión del Consejo de Estabilidad, encaminada a supervisar
las cuentas públicas, el titular se declaró optimista ante el estado de
la situación económica y financiera de su país, pese a los débiles
indicadores de los últimos meses.
Alemania tiene en su conjunto unas finanzas sólidas, no hay ningún indicio de que pueda entrar en recesión, remarcó Schuble, para quien el panorama macroeconómico es bueno más allá de cierta debilidad temporal, la cual no afecta en gran medida las cuentas públicas.
Según el ministro, gracias a la buena situación del mercado laboral y la estable coyuntura económica, el Gobierno alemán pronosticó una gran recaudación fiscal para los próximos años.
Precisó que hasta 2018, el superávit del Estado -que incluye al Gobierno federal, los Lander, los municipios y la caja de la seguridad social- alcanzará el uno por ciento.
A pesar del optimismo del titular, el banco central de Alemania, el Bundesbank, descartó que se vaya a producir una mejora de la principal economía de Europa durante el semestre de invierno, desde octubre de 2014 hasta marzo de 2015.
La economía alemana entró en el último semestre de verano en una senda de expansión más baja, tras el buen comienzo del año, y de este modo ha decepcionado las expectativas de las proyecciones de junio, señaló el organismo en un informe mensual.
Esa misma entidad manifestó en octubre pasado que el país estaba en riesgo de acercarse peligrosamente a la recesión, al predecir poco o nulo crecimiento económico en la segunda mitad del año.
Hace poco más de una semana el Bundesbank revisó a la baja sus expectativas de crecimiento para Alemania, al llevarlas al 1,4 por ciento en 2014 (medio punto menos de lo esperado anteriormente) y al uno por ciento para 2015, la mitad de lo anticipado en junio.
Alemania tiene en su conjunto unas finanzas sólidas, no hay ningún indicio de que pueda entrar en recesión, remarcó Schuble, para quien el panorama macroeconómico es bueno más allá de cierta debilidad temporal, la cual no afecta en gran medida las cuentas públicas.
Según el ministro, gracias a la buena situación del mercado laboral y la estable coyuntura económica, el Gobierno alemán pronosticó una gran recaudación fiscal para los próximos años.
Precisó que hasta 2018, el superávit del Estado -que incluye al Gobierno federal, los Lander, los municipios y la caja de la seguridad social- alcanzará el uno por ciento.
A pesar del optimismo del titular, el banco central de Alemania, el Bundesbank, descartó que se vaya a producir una mejora de la principal economía de Europa durante el semestre de invierno, desde octubre de 2014 hasta marzo de 2015.
La economía alemana entró en el último semestre de verano en una senda de expansión más baja, tras el buen comienzo del año, y de este modo ha decepcionado las expectativas de las proyecciones de junio, señaló el organismo en un informe mensual.
Esa misma entidad manifestó en octubre pasado que el país estaba en riesgo de acercarse peligrosamente a la recesión, al predecir poco o nulo crecimiento económico en la segunda mitad del año.
Hace poco más de una semana el Bundesbank revisó a la baja sus expectativas de crecimiento para Alemania, al llevarlas al 1,4 por ciento en 2014 (medio punto menos de lo esperado anteriormente) y al uno por ciento para 2015, la mitad de lo anticipado en junio.
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