MOSCÚ.- La Unión Económica Euroasiática (UEE) está abierta a los países vecinos
del espacio postsoviético y para otras agrupaciones internacionales de
integración, afirmó hoy el presidente ruso, Vladimir Putin, en un
mensaje conjunto con los mandatarios de los estados miembros.
El mecanismo de integración regional abre sus puertas al trabajo
conjunto con nuestros vecinos dentro de la Comunidad de Estados
Independientes (CEI) y para los socios del occidente y oriente, subrayó
Putin al término de la sesión del Consejo Supremo de la UEE, que sesionó
este martes aquí.
El mandatario anfitrión explicó que se trabajó en un tratado de libre comercio con Vietnam y está en fase de elaboración un acuerdo análogo con Turquía.
Se preparan asimismo otros documentos para la interacción con Uzbekistán y agrupaciones integracionistas como el Foro de Cooperación Asia-Pacífico y el Mercado Común del Sur, amplió el gobernante ruso.
Recalcó que la estructura de integración euroasiática funcionará en apego a las normas internacionales y las reglas de la Organización Mundial de Comercio.
Los principios básicos de la UEE son la igualdad para todos los miembros, el pragmatismo y el respeto mutuo, enfatizó Putin, al ponderar las ventajas y beneficios de la agrupación para los estados y pueblos involucrados.
Destacó la ampliación de sus miembros desde la troika fundacional -Belarús, Rusia y Kazajstán- hasta la incorporación de Armenia, en octubre último, y la proyección de Kirguistán como socio pleno para el primer semestre de 2015.
El presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbáev, dijo a su turno durante la rueda de prensa conjunta que, por primera vez en la historia del espacio euroasiático, surgía una potente agrupación sobre bases voluntarias con miras al bienestar común, para lo cual los países han unido sus potenciales nacionales y fortalezas, subrayó.
Nazarbáev advirtió, de otro lado, que la inestabilidad en los mercados internacionales, las sanciones, la amenaza de la agudización de conflictos políticos y militares influirán inexorablemente sobre los procesos de consolidación de la UEE.
"Debemos tener en cuenta esas amenazas y responder adecuadamente a los desafíos del siglo XXI", aseveró el gobernante.
Al dejar en claro de que Belarús apoyaba los procesos de profundización de la integración regional y de que en persona respaldaba a Putin, el presidente Alexander Lukashenko se refirió a las insuficiencias y trabas del comercio al interior de la Unión Aduanera, un instrumento precursor de una zona de libre comercio en la CEI, vigente desde 2012.
Dijo sin ambages que no existe la proyectada libre circulación de mercancías en el espacio aduanero común, lo cual debió funcionar desde el 1 de enero de 2012, y lamentó igualmente los incidentes comerciales en la frontera rusa-belarusa.
Indicó a modo de ejemplo de que el comercio entre los estados partes de la Unión Aduanera totalizó entre enero y septiembre 42,8 mil millones de dólares, equivalente apenas al 89,5 por ciento respecto a similar período de 2013.
No obstante, según Lukashenko, el potencial de los mecanismos de integración es inmenso y el acercamiento de nuestros países multiplica las fuerzas de cada uno de los participantes, lo cual significa, que el movimiento hacia la integración debe continuar, enfatizó.
El mandatario anfitrión explicó que se trabajó en un tratado de libre comercio con Vietnam y está en fase de elaboración un acuerdo análogo con Turquía.
Se preparan asimismo otros documentos para la interacción con Uzbekistán y agrupaciones integracionistas como el Foro de Cooperación Asia-Pacífico y el Mercado Común del Sur, amplió el gobernante ruso.
Recalcó que la estructura de integración euroasiática funcionará en apego a las normas internacionales y las reglas de la Organización Mundial de Comercio.
Los principios básicos de la UEE son la igualdad para todos los miembros, el pragmatismo y el respeto mutuo, enfatizó Putin, al ponderar las ventajas y beneficios de la agrupación para los estados y pueblos involucrados.
Destacó la ampliación de sus miembros desde la troika fundacional -Belarús, Rusia y Kazajstán- hasta la incorporación de Armenia, en octubre último, y la proyección de Kirguistán como socio pleno para el primer semestre de 2015.
El presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbáev, dijo a su turno durante la rueda de prensa conjunta que, por primera vez en la historia del espacio euroasiático, surgía una potente agrupación sobre bases voluntarias con miras al bienestar común, para lo cual los países han unido sus potenciales nacionales y fortalezas, subrayó.
Nazarbáev advirtió, de otro lado, que la inestabilidad en los mercados internacionales, las sanciones, la amenaza de la agudización de conflictos políticos y militares influirán inexorablemente sobre los procesos de consolidación de la UEE.
"Debemos tener en cuenta esas amenazas y responder adecuadamente a los desafíos del siglo XXI", aseveró el gobernante.
Al dejar en claro de que Belarús apoyaba los procesos de profundización de la integración regional y de que en persona respaldaba a Putin, el presidente Alexander Lukashenko se refirió a las insuficiencias y trabas del comercio al interior de la Unión Aduanera, un instrumento precursor de una zona de libre comercio en la CEI, vigente desde 2012.
Dijo sin ambages que no existe la proyectada libre circulación de mercancías en el espacio aduanero común, lo cual debió funcionar desde el 1 de enero de 2012, y lamentó igualmente los incidentes comerciales en la frontera rusa-belarusa.
Indicó a modo de ejemplo de que el comercio entre los estados partes de la Unión Aduanera totalizó entre enero y septiembre 42,8 mil millones de dólares, equivalente apenas al 89,5 por ciento respecto a similar período de 2013.
No obstante, según Lukashenko, el potencial de los mecanismos de integración es inmenso y el acercamiento de nuestros países multiplica las fuerzas de cada uno de los participantes, lo cual significa, que el movimiento hacia la integración debe continuar, enfatizó.
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