TOKIO.- La confianza empresarial japonesa apenas
mejoró en el cuarto trimestre y se prevé un empeoramiento, lo que
ofrece al primero ministro Shinzo Abe un sombrío recordatorio de los
desafíos a los que enfrenta para reactivar a una economía golpeada por
la recesión, un día después de su gran victoria en las elecciones del
domingo.
Mientras que el gasto de capital corporativo fue sólido, la
encuesta trimestral "tankan" del Banco de Japón (BOJ, por su sigla en
inglés) publicada el lunes también subrayó las dudas entre las empresas sobre la estrategia de Abe para generar un crecimiento económico duradero.
"Con la votación superada, Abe debe cambiar sus políticas, para aplicar, en lugar de unas que simplemente buscan estimular la confianza, otras que realmente puedan cambiar la manera como actúan las empresas. De lo contrario, los beneficios de la Abenomics no se traspasarán hacia abajo", dijo Kyohei Morita, economista jefe para Japón de Barclays Capital.
La arrolladora victoria electoral de Abe le da un nuevo mandato para aplicar sus políticas conocidas como "Abenomics" que incluyen un fuerte estímulo y reformas estructurales.
La estrategia del primer ministro para poner fin a 15 años de deflación e impulsar el crecimiento sostenible sólo ha tenido un éxito modesto hasta ahora, impulsando el mercado de valores y aumentando las ganancias de los exportadores gracias a un yen débil.
Sin embargo, el círculo virtuoso tan esperado de una mayor inversión de capital, aumento en los salarios y en la demanda interna y un crecimiento robusto aún tiene que materializarse plenamente.
El sondeo tankan del lunes ejemplifica este avance lento, ya que las empresas mantuvieron sus planes sólidos de gasto de capital y se quejaron de escasez de mano de obra.
Pero la confianza entre los grandes fabricantes empeoró ligeramente y mejoró modestamente entre las empresas del sector de servicios a pesar de fuertes subidas en la renta variable y las fuertes caídas del yen.
En momentos en que el BOJ inyecta dinero de forma agresiva y el país tiene poco margen para el gasto adicional, el desafío de Abe es impulsar las reformas para aumentar el potencial de crecimiento de Japón, según los analistas.
La economía inesperadamente entró en recesión en el tercer trimestre, en gran parte debido a un debilitamiento del consumo tras un alza del impuesto sobre las ventas en abril.
Desde entonces, las señales de recuperación se han mezclado con un rebote de las exportaciones, pero el estado de ánimo de los consumidores se ha apagado.
El índice principal que mide la confianza de los grandes fabricantes cayó un punto desde hace tres meses a más 12, por debajo de un pronóstico promedio del mercado de más 13, mostró el tankan.
Tanto los fabricantes como las firmas de servicios esperan que las condiciones empeoren en el futuro, lo que subraya una recuperación desigual.
"Con la votación superada, Abe debe cambiar sus políticas, para aplicar, en lugar de unas que simplemente buscan estimular la confianza, otras que realmente puedan cambiar la manera como actúan las empresas. De lo contrario, los beneficios de la Abenomics no se traspasarán hacia abajo", dijo Kyohei Morita, economista jefe para Japón de Barclays Capital.
La arrolladora victoria electoral de Abe le da un nuevo mandato para aplicar sus políticas conocidas como "Abenomics" que incluyen un fuerte estímulo y reformas estructurales.
La estrategia del primer ministro para poner fin a 15 años de deflación e impulsar el crecimiento sostenible sólo ha tenido un éxito modesto hasta ahora, impulsando el mercado de valores y aumentando las ganancias de los exportadores gracias a un yen débil.
Sin embargo, el círculo virtuoso tan esperado de una mayor inversión de capital, aumento en los salarios y en la demanda interna y un crecimiento robusto aún tiene que materializarse plenamente.
El sondeo tankan del lunes ejemplifica este avance lento, ya que las empresas mantuvieron sus planes sólidos de gasto de capital y se quejaron de escasez de mano de obra.
Pero la confianza entre los grandes fabricantes empeoró ligeramente y mejoró modestamente entre las empresas del sector de servicios a pesar de fuertes subidas en la renta variable y las fuertes caídas del yen.
En momentos en que el BOJ inyecta dinero de forma agresiva y el país tiene poco margen para el gasto adicional, el desafío de Abe es impulsar las reformas para aumentar el potencial de crecimiento de Japón, según los analistas.
La economía inesperadamente entró en recesión en el tercer trimestre, en gran parte debido a un debilitamiento del consumo tras un alza del impuesto sobre las ventas en abril.
Desde entonces, las señales de recuperación se han mezclado con un rebote de las exportaciones, pero el estado de ánimo de los consumidores se ha apagado.
El índice principal que mide la confianza de los grandes fabricantes cayó un punto desde hace tres meses a más 12, por debajo de un pronóstico promedio del mercado de más 13, mostró el tankan.
Tanto los fabricantes como las firmas de servicios esperan que las condiciones empeoren en el futuro, lo que subraya una recuperación desigual.
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