jueves, 25 de diciembre de 2014

Passos Coelho se enorgullece de los logros económicos de Portugal en 2014

LISBOA.- El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, mostró hoy su satisfacción por los éxitos económicos de Portugal en 2014, y subrayó que por primera vez "en muchos años" el país dejó atrás el pesimismo y puede mirar el futuro con confianza.

Durante el tradicional mensaje de Navidad, emitido por televisión, el jefe del Gobierno conservador luso hizo también balance de su gestión desde 2011 en clave electoral -el país afronta comicios generales el próximo ejercicio- y advirtió de la importancia de no volver atrás.
"Tenemos todavía muchas elecciones por hacer para fortalecer nuestro presente y preparar nuestro futuro. Es muy importante proteger lo que ya conseguimos juntos, con gran esfuerzo y sacrificio. No queremos echarlo todo a perder", aseveró.
Passos Coelho, líder a su vez del Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), resaltó que 2014 fue "el año que se empezaron a curar las heridas abiertas por un proceso tan doloroso como el iniciado en 2011", cuando Lisboa recurrió al rescate financiero.
El primer ministro luso recordó que el país consiguió durante este ejercicio cerrar con éxito su programa de asistencia financiera y volver a crecer -después de tres años consecutivos en recesión-, haciéndolo además "por encima de la media de la zona euro", sustentado en las exportaciones y el turismo.
En su opinión, esta recuperación es el fruto de las reformas aplicadas desde 2011 -año en el que llegó al poder- y los "sacrificios" que afrontaron los ciudadanos.
"Mi objetivo es garantizar que consolidamos la actual recuperación (...) Entramos en una nueva fase de crecimiento, aumento de empleo y recuperación del rendimiento", prometió.
El primer ministro portugués aseguró ser consciente de que esta mejora de la economía -su Gobierno prevé acabar el año con una subida del PIB del 1 %- no es suficiente todavía para evitar que "muchos portugueses tengan que lidiar con enormes dificultades en su día a día", aunque se mostró confiado en que también ellos percibirán sus efectos a corto plazo.
Durante su intervención reconoció igualmente que, en un contexto todavía incierto como el actual, su Gobierno "aún no puede ir tan lejos como le gustaría" sobre todo en materia de política fiscal después de varios ejercicios consecutivos con aumentos de impuestos.
No obstante, resaltó que éstas son "las primeras Navidades desde hace mucho tiempo en que los portugueses no verán nubes negras en el horizonte".
En el mensaje grabado frente a las cámaras, Passos Coelho no hizo mención alguna a la detención y encarcelamiento de su antecesor en el cargo, el socialista José Sócrates, aunque sí aludió directamente al escándalo que supuso la caída del Grupo Espírito Santo.
Concretamente, el jefe del Gobierno luso consideró el derrumbe de aquel emporio empresarial como una "gran adversidad" ocurrida en un momento delicado, poco después de cerrar el rescate financiero.
El desplome del imperio de la familia Espírito Santo -que abarcaba diferentes sectores, desde los seguros hasta las finanzas, la agroalimentación o el turismo- también se llevó por delante al banco BES, que fue intervenido por el supervisor luso debido a sus millonarias pérdidas y a las irregularidades detectadas en sus cuentas.

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