LISBOA.- El primer ministro
portugués, Pedro Passos Coelho, mostró hoy su satisfacción por los
éxitos económicos de Portugal en 2014, y subrayó que por primera vez "en
muchos años" el país dejó atrás el pesimismo y puede mirar el futuro
con confianza.
Durante el tradicional mensaje de Navidad, emitido por televisión, el
jefe del Gobierno conservador luso hizo también balance de su gestión
desde 2011 en clave electoral -el país afronta comicios generales el
próximo ejercicio- y advirtió de la importancia de no volver atrás.
"Tenemos todavía muchas elecciones por hacer para fortalecer nuestro
presente y preparar nuestro futuro. Es muy importante proteger lo que ya
conseguimos juntos, con gran esfuerzo y sacrificio. No queremos echarlo
todo a perder", aseveró.
Passos Coelho, líder a su vez del Partido Social Demócrata (PSD,
centro-derecha), resaltó que 2014 fue "el año que se empezaron a curar
las heridas abiertas por un proceso tan doloroso como el iniciado en
2011", cuando Lisboa recurrió al rescate financiero.
El primer ministro luso recordó que el país consiguió durante este
ejercicio cerrar con éxito su programa de asistencia financiera y volver
a crecer -después de tres años consecutivos en recesión-, haciéndolo
además "por encima de la media de la zona euro", sustentado en las
exportaciones y el turismo.
En su opinión, esta recuperación es el fruto de las reformas
aplicadas desde 2011 -año en el que llegó al poder- y los "sacrificios"
que afrontaron los ciudadanos.
"Mi objetivo es garantizar que consolidamos la actual recuperación
(...) Entramos en una nueva fase de crecimiento, aumento de empleo y
recuperación del rendimiento", prometió.
El primer ministro portugués aseguró ser consciente de que esta
mejora de la economía -su Gobierno prevé acabar el año con una subida
del PIB del 1 %- no es suficiente todavía para evitar que "muchos
portugueses tengan que lidiar con enormes dificultades en su día a día",
aunque se mostró confiado en que también ellos percibirán sus efectos a
corto plazo.
Durante su intervención reconoció igualmente que, en un contexto
todavía incierto como el actual, su Gobierno "aún no puede ir tan lejos
como le gustaría" sobre todo en materia de política fiscal después de
varios ejercicios consecutivos con aumentos de impuestos.
No obstante, resaltó que éstas son "las primeras Navidades desde hace
mucho tiempo en que los portugueses no verán nubes negras en el
horizonte".
En el mensaje grabado frente a las cámaras, Passos Coelho no hizo
mención alguna a la detención y encarcelamiento de su antecesor en el
cargo, el socialista José Sócrates, aunque sí aludió directamente al
escándalo que supuso la caída del Grupo Espírito Santo.
Concretamente, el jefe del Gobierno luso consideró el derrumbe de
aquel emporio empresarial como una "gran adversidad" ocurrida en un
momento delicado, poco después de cerrar el rescate financiero.
El desplome del imperio de la familia Espírito Santo -que abarcaba
diferentes sectores, desde los seguros hasta las finanzas, la
agroalimentación o el turismo- también se llevó por delante al banco
BES, que fue intervenido por el supervisor luso debido a sus millonarias
pérdidas y a las irregularidades detectadas en sus cuentas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario