PARÍS.- La inflación subyacente de
Francia pasó a territorio negativo en noviembre, con la primera caída
del indicador desde que comenzaran los registros en 1990, lo que apunta a
un creciente riesgo de deflación en la segunda mayor economía de la
eurozona.
El riesgo de deflación se convirtió en un dolor de
cabeza mayor para Francia y para la zona euro en su conjunto, subrayando
las expectativas de que el Banco Central Europeo pronto tome medidas
para reanimar a la alicaída economía del bloque.
La inflación subyacente de Francia excluye la mayoría
de los precios al consumidor más volátiles y mediciones de impuestos,
además de los precios del sector público. En noviembre se contrajo un
0,2 por ciento respecto al mismo período de 2013, y un 0,1 por ciento
mensual.
La tasa principal de inflación armonizada, que se
compara con otros países de la Unión Europea, siguió positiva, con un
ritmo anual de 0,4 por ciento, ligeramente por debajo del 0,5 por ciento
de octubre.
Pero regresó a su nivel de septiembre, que había sido
la medición más baja desde que se contrajeran los precios durante la
crisis financiera de 2009.
"El IPC (índice de precios al consumo) subyacente de
Francia ahora apunta a deflación", dijo un economista de BNP Paribas,
Dominique Barbet.
"Teniendo en mente que la tasa de inflación anual
todavía incluye el impacto del alza del IVA al inicio de 2014,
deberíamos prever que la inflación principal se desacelere a territorio
negativo a principios del próximo año", agregó.
En términos mensuales, los precios de consumo
descendieron un 0,2 por ciento desde octubre por una caída de los
precios de la energía y las manufacturas, según los datos armonizados
divulgados el jueves por el instituto nacional de estadística INSEE.
Los economistas encuestados habían previsto
un descenso de 0,1 por ciento mensual y un incremento de 0,5 por ciento
anual en la inflación principal.
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