MIAMI.- Una veintena de organizaciones del exilio cubano en Miami se
concentraron hoy en el centro urbano de la ciudad para expresar su
rechazo frontal a las "infames concesiones" hechas por el presidente de
Estados Unidos, Barack Obama, al "régimen tiránico de Raúl Castro".
La airada protesta del exilio, que discurrió pacíficamente por el
Parque de José Martí, a pocas manzanas de la emblemática Calle Ocho de
La Pequeña Habana, concentró sus principales ataques contra la
"traición", "claudicación" y "nefastas medidas" de Obama.
"Sentimos mucho dolor. El presidente Obama piensa que con sus medidas
va a ayudar al pueblo de Cuba y no es así. Esto ayuda al Gobierno de
Cuba a fortalecer y equipar su maquinaria represiva para reprimir al
pueblo cubano y la sociedad civil", dijo Berta Soler, líder de las Damas
de Blanco, quien se sumó por primera vez a un protestas del exilio en
Miami.
La disidente resaltó el hecho de que los cubanos de dentro y fuera de
la isla constituyen "un solo pueblo" unido por el "dolor" ante el
inmediato restablecimiento de las relaciones diplomática entre
Washington y La Habana.
La concentración, organizada por la Asamblea de la Resistencia
Cubana, se produce tres días después de que Obama anunciara el deshielo y
la normalización de las relaciones entre ambas naciones, una medida que
ha generado una profunda división entre quienes se sienten víctimas de
una "traición" y los que ven este cambio como algo "positivo" y
necesario.
Mientras un enjambre de periodistas y fotógrafos se abrían paso entre
la multitud concentrada en el Parque, esta se manifestaba con ira por
el histórico acercamiento de Estados Unidos a Cuba.
El resorte emocional del exilio que se opone a esta "negociaciones"
se sustanció en gritos como "¡Obama, cobarde, traidor!","¡Abajo la
dictadura castrista!", y, sobre todo, el clamor del más de medio
centenar de personas gritando: "¡Libertad!" y "¡Viva Cuba libre!".
Para el expreso político Orestes Cervantes, quien permaneció 22 años
encarcelado en la isla caribeña, Obama "ha traicionado" a los cubanos y
"se ha reído de nuestros muertos y de las Damas de Blanco", pero el
"presidio político de Miami -señaló- jamás va a tener paz con los
hermanos Castro".
Junto a él, su mujer, Dalia, asentía con la cabeza. "Esperamos que
los congresistas estadounidenses logren parar las medidas de Obama",
comentó visiblemente emocionada. "No nos esperábamos esto de
Obama", murmuró. A juicio de Sylvia Iriondo, presidenta de MAR por Cuba,
el rechazo de su organización al acuerdo se fundamenta en que el
"régimen cubano, en los temas sustanciales, como son la libertad y los
derechos humanos, no ha hecho nada". Se trata, afirmó Iriondo, de una
serie de "concesiones unilaterales" que suponen una "afrenta a la
justicia, al país, a las víctimas del castrismo y, sobre todo, a las
aspiraciones democráticas del pueblo cubano".
En sintonía con el sentir de la concentración, Ángel Desfana,
director de Plantados, uno de los grupos que conforman la citada
Asamblea, precisó que, pese a que esto no es una "traición" de Obama,
puesto que el mandatario "no es cubano", su "pensamiento político (el de
Obama) se identifica en parte con el socialismo cubano".
Minutos antes de que comenzará el acto de repulsa al acuerdo entre
Estados Unidos y Cuba para reanudar sus relaciones, rotas en 1961, el
ambiente se fue caldeando y se notó mayor presencia policial en la
plaza. Las expresiones de ira, sorpresa y decepción se mezclaban en la
mayor parte de las conversaciones que mantenían los cubanos entre ellos.
"Ha sido una sorpresa para mí, me negaba a creer lo que estaba viendo",
dijo con indignación Jorge Gutiérrez, de la Brigada de Asalto
2506. "Sigo con rabia, decepción y asombro", expresó Gutiérrez, quien se
unió poco después a los grupos que levantaban grandes pancartas en las
que se leía: "Apoyamos a la resistencia cubana", "Asesinos de patriotas
en libertad", "Los Castro fuera del poder", "Elecciones libres" y "Todos
somos resistencia".
El acto comenzó, tras escucharse el himno estadounidense y el cubano,
coreado por los asistentes a la protestas, con una palabras en inglés
dirigidas a la multitud por Iriondo. "La libertad del pueblo cubano no
es negociable", afirmó la activista, unas palabras que fueron muy
ovacionadas por la multitud que coreó en ese momento "¡libertad,
libertad!".
Pidió a continuación Iriondo la libertad para todos los presos
políticos y de conciencia encarcelados en la isla y la convocatoria de
elecciones libres, principios democráticos, hizo hincapié, que son de
obligado cumplimiento antes de fijar acuerdos con La Habana.
A continuación, un portavoz de la Asamblea de la Resistencia resaltó
que el rechazo de buena parte del exilio cubano y de los disidentes de
dentro de la isla a las "recientes disposiciones de Obama" se debe a que
estas dan oxígeno a la "tiranía más violadora de los derechos humanos".
"Es decepcionante que Obama negocie con un tirano de turno (en
referencia a Raúl Castro)", exclamó.
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