PARÍS.- El Ejecutivo francés acelera hoy los detalles de la denominada Ley
sobre la Actividad y el Crecimiento, un proyecto destinado a la
reactivación económica que genera controversias incluso en el seno del
gubernamental Partido Socialista (PS).
La iniciativa será presentada el miércoles ante el consejo de ministros
por el titular del ramo, Emmanuel Macron, y su discusión en la Asamblea
Nacional iniciará en enero del año próximo.
Conocida como "Ley Macron", en realidad comenzó a prepararse durante la gestión del exministro Arnaud Montebourg y a lo largo de los últimos meses sufrió numerosas modificaciones.
Uno de los puntos polémicos del texto es la autorización del trabajo dominical en los grandes centros comerciales y otros establecimientos.
El proyecto prevé incrementar de cinco a 12 el número de domingos laborales en el país, una medida rechazada por el primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambadélis, quien considera demasiado elevada esa cifra.
Mientras, la senadora Marie-Nolle Lienemann aseguró que esa ley significa un cuestionamiento "a todos los combates históricos de la izquierda por el derecho al trabajo".
Otro asunto objeto de cuestionamientos es favorecer la participación del capital privado en varios sectores hasta ahora en manos del Estado, como el transporte de pasajeros.
La norma permitiría la creación de empresas de autobuses para conectar a varias ciudades por carretera y los aeropuertos de Lyon y Niza podrían pasar total o parcialmente a manos de inversionistas particulares.
La competencia privada también abarca a varias profesiones hasta ahora reglamentadas por el gobierno, entre ellas los notarios y los administradores judiciales.
Esta reforma pone fin al actual sistema de tarifas máximas y daría pie al ingreso al país de grandes consorcios de abogados en perjuicio de los profesionales locales y de los usuarios, que deberán pagar precios más elevados por estos servicios.
"La Ley Macron hará desaparecer a los pequeños gabinetes de provincia", denunció este lunes el Consejo Nacional de Litigantes, que se sumó al llamado a realizar una manifestación el miércoles contra la iniciativa.
Conocida como "Ley Macron", en realidad comenzó a prepararse durante la gestión del exministro Arnaud Montebourg y a lo largo de los últimos meses sufrió numerosas modificaciones.
Uno de los puntos polémicos del texto es la autorización del trabajo dominical en los grandes centros comerciales y otros establecimientos.
El proyecto prevé incrementar de cinco a 12 el número de domingos laborales en el país, una medida rechazada por el primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambadélis, quien considera demasiado elevada esa cifra.
Mientras, la senadora Marie-Nolle Lienemann aseguró que esa ley significa un cuestionamiento "a todos los combates históricos de la izquierda por el derecho al trabajo".
Otro asunto objeto de cuestionamientos es favorecer la participación del capital privado en varios sectores hasta ahora en manos del Estado, como el transporte de pasajeros.
La norma permitiría la creación de empresas de autobuses para conectar a varias ciudades por carretera y los aeropuertos de Lyon y Niza podrían pasar total o parcialmente a manos de inversionistas particulares.
La competencia privada también abarca a varias profesiones hasta ahora reglamentadas por el gobierno, entre ellas los notarios y los administradores judiciales.
Esta reforma pone fin al actual sistema de tarifas máximas y daría pie al ingreso al país de grandes consorcios de abogados en perjuicio de los profesionales locales y de los usuarios, que deberán pagar precios más elevados por estos servicios.
"La Ley Macron hará desaparecer a los pequeños gabinetes de provincia", denunció este lunes el Consejo Nacional de Litigantes, que se sumó al llamado a realizar una manifestación el miércoles contra la iniciativa.
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