LONDRES.- La inflación británica cayó inesperadamente a su nivel más bajo en
más de doce años en noviembre, un movimiento que quita presión a los
consumidores y permite al Banco de Inglaterra tomarse con calma
cualquier subida futura de tipos de interés.
En un contexto de caída de los precios del crudo que
está rebajando los precios en todo el mundo, el índice de precios al
consumo subió un 1 por ciento anual en noviembre frente al 1,3 por
ciento de octubre, según dijo el martes la Oficina Nacional de
Estadísticas.
Economistas consultados esperaban que el IPC cayera solo al 1,2 por ciento.
La libra tocó un mínimo de tres semanas frente al euro
tras el dato y la rentabilidad de los bonos británicos a 10 años cayó a
su nivel más bajo desde mayo del año pasado.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney,
dijo que el descenso de los precios del crudo era "positivo sin duda"
para la economía nacional pero también dijo a periodistas que el Banco
de Inglaterra analizaría el efecto directo que tiene sobre la inflación.
La tasa del 1 por ciento, la más baja desde septiembre
de 2002, incluía un descenso de los precios de carburantes para
vehículos del 5,9 por ciento.
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