LIMA.- La absoluta parálisis en las negociaciones de la Cumbre de Cambio Climático de Lima
(COP), aún 24 horas después de expirar el plazo que se habían dado los
países reunidos en la capital de Perú desde hace 12 días para alcanzar
un acuerdo, "pone en juego" la propia Convención de Cambio Climático de la ONU.
Así
lo señaló este mediodía el enviado especial de cambio climático de la
Administración Obama, Todd Stern cuando, tras haber escuchado a más de
una veintena de países a negarse a aceptar el último texto "consensuado"
esta madrugada, le tocó intervenir en el Plenario.
La Presidencia
peruana presentó a las tres de la madrugada un texto de cinco páginas
que los negociadores han estado discutiendo hasta este mediodía, cuando
arrancó de nuevo el Plenario para que los países manifestaran sus
posturas sobre el mismo, y que en la mayoría de los casos fueron posiciones de desacuerdo.
El negociador norteamericano, que fue de los últimos en intervenir, hizo un fuerte llamamiento a los países en tono de regaño:
"el Convenio de Naciones Unidas de Cambio Climático está en juego,
estamos al borde de perder la confianza de los ciudadanos... Por favor:
súmense al consenso que nos lleve a adoptar un texto que facilite el
camino hacia París".
El borrador que se ha negociado durante toda la noche "habla de un acuerdo estable, con fuerza legal, ambicioso, con procesos de revisión y transparencia", añadió Stern.
"Estamos preparados para hacer esto, urjo que hagamos algo, progresemos y alcancemos un acuerdo", reiteró.
Minutos
después tomó la palabra el presidente de la COP20, Manuel Pulgar Vidal,
y en tono serio dijo a los delegados que las negociaciones de Lima "han cruzado la línea roja".
Su
último intento de mover esa línea roja "hacia el lado opuesto, para
salvar el planeta", será hacer unos añadidos al texto actual y
consultarlos durante 10 minutos con cada uno de los bloques de
negociación para tratar de alcanzar un acuerdo esta noche.
Este fuera de tiempo está haciendo que muchos ministros, sobre todo de países lejanos a Perú estén abandonando la Cumbre, la propia titular de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente española, Isabel García Tejerina, ha de abandonar Lima esta tarde para poder llegar a un Consejo de Ministros europeo el lunes.
El delegado de Malasia se lamentaba en el Plenario de que había perdido sus reservas para viajar a Macchu Picchu, y en la sala de prensa y los pasillos de la conferencia llama la atención ver las caras de desolación y agotamiento extremo,
ya que la mayoría de los participantes pasaron la noche en vela
esperando a que se cerrara el texto de consenso que se presentó a mitad
de la madrugada.
El documento dejaba muchísimos frentes abiertos
con vistas al futuro acuerdo de París, pero suponía cierto avance en
tanto que concretaba los elementos que deben contener los compromisos
que los países están dispuestos a asumir el próximo año.
Finalmente,
aceptaba que había que incluir acciones de reducción de emisiones y
compromisos de adaptación en esos compromisos, aunque estos últimos
quedaban levemente esbozados.
El
documento dejaba sin resolver -y sin siquiera mencionar- una cuestión
clave, que ha estado bloqueada durante toda la Cumbre y que, de no ser
resuelta en los próximos doce meses, amenaza el acuerdo de París: la diferenciación entre países desarrollados y en desarrollo, que fue establecida en la Convención de Cambio Climático de la ONU de 1992.
Hay
países en desarrollo de América Latina, como Bolivia, Venezuela, o
Nicaragua (y por supuesto Arabia Saudí y sus aliados, que muestran no
querer alcanzar ningún tipo de acuerdo) que siguen peleando por que esa
diferenciación vuelva aparecer en el texto.
Y fuentes de la negociación aseguran que será un escollo difícil de superar, porque la presidencia peruana de la COP20 "no parece querer salir de este encuentro peleada con sus vecinos".
"Si
esto sigue así y hay gente que no quiere avanzar más rápido, habrá que
buscar otros foros para que los que sí quieren avanzar puedan hacerlo
fuera", sugirió Teresa Ribera, directora de uno de los grupos de presión
más influyentes en materia de cambio climático en Europa, el IDDRI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario