TOKIO.- La revisión a la baja del Producto
Interior Bruto (PIB) de Japón, que se contrajoun 1,9 por ciento
anualizado entre julio y septiembre, ahondó hoy las dudas sobre la
economía nipona de cara a las elecciones generales que el país celebra
esta semana.
El dato revisado mostró una contracción mayor a ritmo anual
(de 0,3 puntos más) e intertrimestral (se incrementó del 0,4 al 0,5 por
ciento) comparado con la primera estimación del Ejecutivo, publicada a
mediados de noviembre. Aún afectado por la subida del IVA de abril, el
consumo, principal motor de la economía japonesa, no experimentó una
recuperación suficientemente sólida y mantuvo el escueto avance del 0,4
por ciento intertrimestral publicado en noviembre.
La inversión de capital, otro factor de peso en la composición del PIB nipón,
retrocedió 2 décimas más de lo anticipado (un 0,4 por ciento) y la
inversión pública pasó de crecer un 2,2 a un 1,4 por ciento tras la
revisión.
La inversión residencial cayó una décima más (un 6,8 por ciento) con
respecto al dato preliminar, reflejando claramente el efecto pernicioso
que las subidas del IVA -que pasó del 3 al 8 por ciento el pasado abril-
tienen en el país asiático. Varios analistas aprovecharon para recordar
hoy que estas subidas seguirán afectando negativamente a la tercera
economía del mundo si los sueldos, que apenas han subido en la última
década, permanecen estancos.
El primer ministro Shinzo Abe, por su parte, ha asegurado en sus
actos de campaña que esos incrementos salariales están a la vuelta de la
esquina. El jefe de Gobierno defiende que serán la consecuencia natural
de su estrategia (bautizada como “Abenomics” y basada en los estímulos
monetarios agresivos, en un mayor gasto público y en una serie de
ansiadas reformas estructurales), que ya ha logrado incrementar los
beneficios de las grandes corporaciones niponas.
El viceministro portavoz, Hiroshige Seko, insistió hoy en ello y,
pese a las cifras, aseguró que la economía “sigue en una senda de
recuperación moderada” gracias a “Abenomics”. De cualquier modo, los
datos revisados sirvieron hoy para enfriar los ánimos en la Bolsa de
Tokio, que cerró prácticamente plana, y para desatar más dudas sobre los
efectos de la política económica implementada hasta ahora por el primer
ministro.
El mal dato del PIB entre julio y septiembre y el escaso desembolso
que siguen mostrando los hogares nipones tras el incremento del IVA le
sirvió en noviembre a Abe de coartada para cancelar otra subida de este
impuesto prevista para 2015 y someter a consulta su propuesta económica
convocando elecciones anticipadas.
Para los comicios, que se celebran el próximo 14 de diciembre, las
encuestas siguen dando como favorita a su formación, el Partido Liberal
Demócrata (PLD), que aspira incluso a lograr una mayoría absoluta más
sólida que la que ya ostenta en la Cámara Baja. Los analistas consideran
que, pese a no estar convencidos de los beneficios que promete
“Abenomics”, los nipones optarán por el actual jefe de Gobierno y su PLD
porque aún tienen muy fresco el trienio (2009-2012) del ahora opositor
Partido Democrático (PD), que fue incapaz de dar con soluciones para
reactivar la economía.
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