LONDRES.- Desde guías de viajes a portales de compras, las nuevas empresas por
Internet buscan capitalizar el creciente mercado de "estilo de vida
musulmán", que se expande más allá de la alimentación para abarcar
sectores como el turismo, la moda o las tarjetas de crédito.
Excluyendo la comida, en la que se deben seguir las
restricciones "halal", la mayoría de los 1.600 millones de musulmanes
del mundo se conforma con comprar la mayoría de sus bienes y servicios
en tiendas convencionales.
Pero hay una creciente minoría que quiere certificar
más sectores del consumo como algo permitido religiosamente - una
tendencia que aparece en parte debido a las mayores rentas de zonas de
mayoría musulmana del Golfo Pérsico y el sureste asiático, así como una
mayor elección para los consumidores.
De algún modo la tendencia se asemeja al crecimiento
del consumo de los bienes de lujo en los mercados emergentes, mientras
los nuevos consumidores pudientes buscan expresar su identidad en parte
con lo que compran.
Por ejemplo, los consumidores musulmanes pueden querer
estar en hoteles que respetan el islam y donde se prohíbe el alcohol,
visten con ropa especialmente diseñada para cumplir las ideas musulmanas
de modestia, y emplean medicinas que han sido analizadas para que no
contengan alcohol o gelatina hecha con animales cuyo consumo está vedado
a los musulmanes.
El mercado de estilo de vida musulmán se ha extendido
por el mundo, de modo que algunas empresas intentan captar una mayor
clientela yendo a Internet. Una de ellas es CrescentRating, con sede en
Singapur, que se centra en el mercado de viajes "halal".
"Es un sector muy fragmentado con la mayoría de
transacciones fuera de la red y sin grandes operadores. Está en una
posición privilegiada para que haya cambios desde un punto de vista
empresarial", dijo el consejero delegado Fazal Bahardeen.
Los viajes son un sector de oportunidaes. Los
consumidores musulmanes gastaron unos 140.000 millones de dólares en
viajes y turismo en 2013, según la firma de análisis DinarStandard, que
se especializa en mercados musulmanes.
Nadie sabe cuánto de ese gasto fue conscientemente
"islámico"; la gran mayoría probablemente no. Pero incluso si un 1 por
ciento del gasto fue dirigido hacia productos y servicios "halal", ya es
una cantidad considerable.
CrescentRating ha desarrollado un índice de viajes con
Mastercard que pone nota a destinos de vacaciones que respetan a los
musulmanes y va a lanzar una aplicación móvil para su portal de viajes, HalalTrip.com. Entre sus criterios está el acceso a comida halal y
lugares para rezar, así como la opción de que no haya alcohol en los
minibares de las habitaciones de un hotel.
Este mes, Mastercard desplegará su primera plataforma
de beneficios "halal", que permitirá a los clientes canjear puntos por
productos "halal", dijo Safdar Jan, jefe de grupo de pagos islámicos
para el sureste de Asia de Mastercard.
En junio MasterCard lanzó una tarjeta de débito que
cumple con la "sharia" con la organización malasia Lembaga Tabung Haji,
que gestiona fondos para que los musulmanes peregrinen a la Meca. El
mismo mes lanzó una tarjeta de crédito islámica con el banco malasio
Maybank Islamic, dijo Jan.
La tarjeta Maybank no usa tipos de interés, que están
prohibidos en el islam. Está basada en el concepto islámico de la uyra, o
pago por un servicio, en el que las facturas están sujetas a cargas
adicionales de gestión si las cantidades no se pagan por completo para
la fecha de vencimiento.
La malasia Zilzar, lanzada en octubre, es un mercado
online de productos "halal" como comidas o bebidas, ropa y moda,
electrónica, medicinas y juegos o películas.
"Hay una convergencia de factores en países de mayoría
musulmana: el aumento de la renta per cápita, la penetración de
Internet, los móviles y el comercio móvil", dijo el consejero delegado
Rushdi Sidiqui, exjefe de finanzas islámicas de Thomson Reuters.
"Fueron las mismas características de China que
hicieron posible el despegue de Alibaba", dijo Sidiqui, en referencia al
gigante chino del comercio electrónico. Los planes de su empresa son
inicialmente buscar negocios en 16 países, entre ellos Turquía y
Emiratos Árabes Unidos.
Los obstáculos para lanzar esos proyectos incluyen una
falta de consenso sobre lo que es "halal" y los costes de contratar a
eruditos que certifiquen que algo es "halal". Sin embargo, la pujanza
del comercio de estos bienes y el reconocimiento mutuo de estándares
están reduciendo la ambigüedad, dijo Sidiqui.
Dubai y Malasia acordaron en octubre desarrollar una
red global de empresas certificadas "halal", para simplificar el
comercio de estos productos. Pakistán está terminando su propia
autoridad federal "halal" en un esfuerzo por reforzar las exportaciones a
países musulmanes.
La falta de fuentes de financiación que cumplen con la
sharia es otro obstáculo para las empresa "halal" que quieren entrar en
el mercado global.
Un estudio de International Finance Corporation
concluyó que más de un tercio de las pequeñas y medianas empresas en
nueve principales países de mayoría musulmana fueron excluidos del
sector bancario por la falta de opciones de financiación islámicas.
Eso podría cambiar con nuevas empresas como Beehive,
con sede en Dubai, un portal de financiación colectiva o 'crowdfunding'
lanzado en noviembre con una estructura que cumple con los preceptos
islámicos, dijo el consejero delegado Craig Moore.
Beehive se concentrará inicialmente en Emiratos Árabes
Unidos y tiene planes de expandirse a otros mercados del Golfo el año
que viene.
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