martes, 16 de diciembre de 2014

Las empresas 'online' buscan el mercado global de consumidores islámicos

LONDRES.- Desde guías de viajes a portales de compras, las nuevas empresas por Internet buscan capitalizar el creciente mercado de "estilo de vida musulmán", que se expande más allá de la alimentación para abarcar sectores como el turismo, la moda o las tarjetas de crédito.

Excluyendo la comida, en la que se deben seguir las restricciones "halal", la mayoría de los 1.600 millones de musulmanes del mundo se conforma con comprar la mayoría de sus bienes y servicios en tiendas convencionales.
Pero hay una creciente minoría que quiere certificar más sectores del consumo como algo permitido religiosamente - una tendencia que aparece en parte debido a las mayores rentas de zonas de mayoría musulmana del Golfo Pérsico y el sureste asiático, así como una mayor elección para los consumidores.
De algún modo la tendencia se asemeja al crecimiento del consumo de los bienes de lujo en los mercados emergentes, mientras los nuevos consumidores pudientes buscan expresar su identidad en parte con lo que compran.
Por ejemplo, los consumidores musulmanes pueden querer estar en hoteles que respetan el islam y donde se prohíbe el alcohol, visten con ropa especialmente diseñada para cumplir las ideas musulmanas de modestia, y emplean medicinas que han sido analizadas para que no contengan alcohol o gelatina hecha con animales cuyo consumo está vedado a los musulmanes.
El mercado de estilo de vida musulmán se ha extendido por el mundo, de modo que algunas empresas intentan captar una mayor clientela yendo a Internet. Una de ellas es CrescentRating, con sede en Singapur, que se centra en el mercado de viajes "halal".
"Es un sector muy fragmentado con la mayoría de transacciones fuera de la red y sin grandes operadores. Está en una posición privilegiada para que haya cambios desde un punto de vista empresarial", dijo el consejero delegado Fazal Bahardeen.
Los viajes son un sector de oportunidaes. Los consumidores musulmanes gastaron unos 140.000 millones de dólares en viajes y turismo en 2013, según la firma de análisis DinarStandard, que se especializa en mercados musulmanes.
Nadie sabe cuánto de ese gasto fue conscientemente "islámico"; la gran mayoría probablemente no. Pero incluso si un 1 por ciento del gasto fue dirigido hacia productos y servicios "halal", ya es una cantidad considerable.
CrescentRating ha desarrollado un índice de viajes con Mastercard que pone nota a destinos de vacaciones que respetan a los musulmanes y va a lanzar una aplicación móvil para su portal de viajes, HalalTrip.com. Entre sus criterios está el acceso a comida halal y lugares para rezar, así como la opción de que no haya alcohol en los minibares de las habitaciones de un hotel.
Este mes, Mastercard desplegará su primera plataforma de beneficios "halal", que permitirá a los clientes canjear puntos por productos "halal", dijo Safdar Jan, jefe de grupo de pagos islámicos para el sureste de Asia de Mastercard.
En junio MasterCard lanzó una tarjeta de débito que cumple con la "sharia" con la organización malasia Lembaga Tabung Haji, que gestiona fondos para que los musulmanes peregrinen a la Meca. El mismo mes lanzó una tarjeta de crédito islámica con el banco malasio Maybank Islamic, dijo Jan.
La tarjeta Maybank no usa tipos de interés, que están prohibidos en el islam. Está basada en el concepto islámico de la uyra, o pago por un servicio, en el que las facturas están sujetas a cargas adicionales de gestión si las cantidades no se pagan por completo para la fecha de vencimiento.
La malasia Zilzar, lanzada en octubre, es un mercado online de productos "halal" como comidas o bebidas, ropa y moda, electrónica, medicinas y juegos o películas.
"Hay una convergencia de factores en países de mayoría musulmana: el aumento de la renta per cápita, la penetración de Internet, los móviles y el comercio móvil", dijo el consejero delegado Rushdi Sidiqui, exjefe de finanzas islámicas de Thomson Reuters.
"Fueron las mismas características de China que hicieron posible el despegue de Alibaba", dijo Sidiqui, en referencia al gigante chino del comercio electrónico. Los planes de su empresa son inicialmente buscar negocios en 16 países, entre ellos Turquía y Emiratos Árabes Unidos.
Los obstáculos para lanzar esos proyectos incluyen una falta de consenso sobre lo que es "halal" y los costes de contratar a eruditos que certifiquen que algo es "halal". Sin embargo, la pujanza del comercio de estos bienes y el reconocimiento mutuo de estándares están reduciendo la ambigüedad, dijo Sidiqui.
Dubai y Malasia acordaron en octubre desarrollar una red global de empresas certificadas "halal", para simplificar el comercio de estos productos. Pakistán está terminando su propia autoridad federal "halal" en un esfuerzo por reforzar las exportaciones a países musulmanes.
La falta de fuentes de financiación que cumplen con la sharia es otro obstáculo para las empresa "halal" que quieren entrar en el mercado global.
Un estudio de International Finance Corporation concluyó que más de un tercio de las pequeñas y medianas empresas en nueve principales países de mayoría musulmana fueron excluidos del sector bancario por la falta de opciones de financiación islámicas.
Eso podría cambiar con nuevas empresas como Beehive, con sede en Dubai, un portal de financiación colectiva o 'crowdfunding' lanzado en noviembre con una estructura que cumple con los preceptos islámicos, dijo el consejero delegado Craig Moore.
Beehive se concentrará inicialmente en Emiratos Árabes Unidos y tiene planes de expandirse a otros mercados del Golfo el año que viene.

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