LONDRES.- El ministro británico de Finanzas, el conservador George Osborne, y
el viceprimer ministro, el liberaldemócrata Nick Clegg, se acusaron hoy
mutuamente de perseguir políticas económicas perjudiciales para el Reino
Unido.
A cinco meses de las elecciones generales, los socios en
el Gobierno que dirige el primer ministro, el "tory" David Cameron, han
desatado así las hostilidades y, según Osborne, "todo está listo para la
batalla" de cara a esos comicios.
En un articulo escrito hoy para
el dominical "The Sunday Times", el canciller del Exchequer aseguró que
la política económica del Partido Liberal Demócrata de Clegg sumiría al
país en el "caos" en la próxima legislatura.
Osborne arguyó que
los "libdem", sus socios minoritarios en el Ejecutivo, quieren, entre
otras cuestiones, imponer una "fuerte" subida del impuesto sobre la
renta y elevar los niveles de gasto público.
También aspiran, en
caso de que vuelvan al Gobierno tras las elecciones, a introducir el
llamado "impuesto sobre mansiones", que se aplicaría a las casas
valoradas en más de dos millones de libras (2,52 millones de euros),
pero que, según Osborne, sería inútil para cuadrar las cuentas del
Estado.
"Es difícil descifrar qué piensan exactamente. Después de
apoyar una política de reducción del déficit, dicen que quieren subidas
de los impuestos en lugar de recortes en el gasto", escribió el ministro
de Economía.
En su opinión, Clegg y los suyos están "engañando" a
la gente porque quieren hacer creer que los ingresos necesarios para
gobernar se pueden obtener "solo a través de un impuesto sobre la
vivienda".
"Las líneas de batalla para las elecciones generales
han sido delimitadas esta semana. La opción es clara: un plan competente
para mantener el rumbo de la prosperidad con nosotros o la vuelta al
caos económico con todas las alternativas", subrayó Osborne.
En
respuesta a ese texto, Clegg indicó hoy que los conservadores "se están
engañado a sí mismos y a los votantes" porque cuando se examinan en
detalle sus cuentas "estas no salen".
En declaraciones a la cadena
BBC, el viceprimer ministro reveló que los "tories" le dicen
"constantemente", aunque solo "en privado", que apoyan sus planes para
subir algunos impuestos e introducir otros, como el de las mansiones,
mientras que "los rechazan en público".
"Creo que los
conservadores se están engañando a sí mismos y quieren engañar al
electorado británico cuando dicen que es posible equilibrar las cuentas,
bajar los impuestos, adelgazar el Estado y apoyar los servicios
públicos de la manera que quiere la gente. Sencillamente, no es
posible", añadió Clegg.
Un sondeo publicado el pasado 16 de
noviembre otorgaba al Partido Laborista un 34 % de apoyo, seguido por el
30 % de los "tories" y el 19 % del antieuropeo y antiinmigración Ukip,
mientras que el de los liberaldemócratas apenas alcanzaba el 8 %.
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