MADRID.- El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao
Barroso, ha asegurado que la Unión Europea ha ayudado a solucionar los
problemas que generaron la actual crisis económica de la eurozona y que
esa crisis no la generó la UE, sino "algunos comportamientos
irresponsables del sector financiero, las burbujas que aparecieron en
algunos países o las deudas nacionales excesivas".
Durao Barroso ha recordado que "la supervisión de los bancos no era competencia europea". "No sabíamos lo que pasaba en los bancos de Irlanda o España.
Pero una vez que se identificó el problema, se pudo crear programas de
asistencia que han ayudado a solucionarlo, y ahora Irlanda ha podido
cerrar su programa y
España lo hará muy pronto, tras haber
tenido mucho éxito. Europa ha ayudado a solucionar un problema".
A la pregunta sobre la sensación de que Alemania impone su agenda a la UE, el máximo responsable del Ejecutivo comunitario ha insistido en que esa institución es independiente y no obedece a los intereses de ningún país
concreto, sino "al interés general de Europa". Eso sí, ha admitido que
la influencia de cada país depende de su tamaño e importancia ecbnómica o
estratégica y que "Alemania tiene más influencia que algunos otros países, pero eso con o sin UE".
Sobre las críticas a la gestión de los rescates por parte de la troika
(Comisión Europea, BCE y FMI) y las consecuencias que ha tenido en los
países que vigila, Durao Barroso ha señalado que las decisiones que se
adoptan sobre los ajustes exigidos a cada país "no son de la troika,
sino de todos los Estados de la zona euro por unanimidad, no solo de
Alemania".
"Todos los países han decidido que debía haber ajustes económicos
en Irlanda, Grecia, Portugal y Chipre, y un rescate bancario en España.
La troika hace un trabajo técnico en diálogo con esos países, pero bajo mandato de los gobiernos", ha subrayado.
"Hay cosas que se pueden discutir, como si el ritmo de aplicación fue el más adecuado,
pero el sistema está funcionando", ha añadido el presidente de la
Comisión, quien considera que "los programas de asistencia han permitido
reaccionar rápidamente, a costa de grandes sacrificios, ya lo sé". "Con esta crisis actual, aunque los países no estuvieran en el euro, deberían hacer recortes", ha declarado Barroso.
Durao Barroso ha reconocido que el esfuerzo que está haciendo España es "muy difícil, notable", pero ha insistido en que está sirviendo para recuperar la confianza de los inversores.
"Siempre he dicho que tengo confianza absoluta en que España pasará sus dificultades.
Conozco muy bien su espíritu emprendedor, la fuerza de sus empresas, su
presencia internacional, sobre todo en latinoamérica", ha remarcado el
presidente del Ejecutivo comunitario, quien opina que, aunque queda
trabajo por hacer, el país está "en el buen camino".
Además, ha negado que la Comisión Europea imponga las políticas de ajuste al Gobierno español: "España está haciendo lo que debe hacer, pero no por exigencias de la Comisión Europea, sino porque tiene necesidad de hacerlo".
Según Durao Barroso, en este tipo de situaciones, "la Comisión Europea tiene que ayudar, debe haber un papel central de articulación.
Pero con euro o sin él, con Unión Europea o sin ella, los países tenían
que hacer ajustes muy exigentes, y España lo está haciendo muy bien".
El
presidente de la Comisión Europea ha reiterado que "Europa va a salir
mucho más fuerte de esta crisis" porque antes "había problemas que solo
ahora, con el impacto de la crisis, los países se han decidido a
afrontar con decisión".
"El mundo ahora es mucho más exigente, la competencia es mucho más fuerte y países como España o Portugal están haciendo reformas muy importantes que les ayudarán en esa situación. Los ajustes son muy difíciles ahora, pero harán que tengan en el futuro un crecimiento sostenible", ha indicado.
Sobre el proyecto soberanista de Cataluña, Durao Barroso ha señalado que se trata de un asunto de política interna y ha reiterado: "No puedo pronunciarme sobre cuestiones constitucionales internas de un país".
Sin embargo, al ser repreguntado por la situación en la que quedaría un territorio que se separase de un Estado miembro
de la UE, el presidente de la Comisión Europea ha repetido lo que
Bruselas ha advertido en varias ocasiones: que el Derecho comunitario
establece que "si hay un territorio de un país que sale de ese país, se convierte en otro Estado y tendría que pedir su adhesión a la UE, y el resto de países debería aceptarlo para ser miembro".
Preguntado sobre la importancia de los
últimos avances para concluir la unión bancaria, el dirigente comunitario ha señalado que la Comisión "prefería un sistema más integrado,
más comunitario" para reestructurar o liquidar entidades financieras en
la zona euro, aunque ha admitido que, antes que no tener nada, "es
mejor tener este sistema, que incluye cierta base de mutualización de
cara al futuro".
Ese futuro mecanismo de resolución bancaria aún
debe ser ratificado por el Parlamento Europeo y Durao Barroso ha
confiado en que se logre pronto un texto definitivo.
A su juicio, conseguir ese embrión de unión bancaria servirá para solucionar los problemas pendientes
en el sistema financiero europeo que "están dificultando la
financiación de las pymes" porque -como ha reconocido- "la verdad es que
todavía hay dudas sobre la situación financiera en la zona euro".
El paro, es "el mayor drama" al que se enfrenta Europa
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão
Barroso, de visita a España, ha puesto hoy de manifiesto que el paro constituye el "mayor
drama" al que se enfrenta Europa y ha defendido que el crecimiento, la
creación de empleo y la unión bancaria tienen que ser las "principales
prioridades" de la Unión Europea.
El político luso ha asegurado que es muy consciente del "desasosiego"
de todos los ciudadanos europeos, incluidos los españoles y los de su
país, Portugal, "que no son responsables de la crisis y que, no
obstante, son con demasiada frecuencia, sus primeras víctimas", ha
lamentando.
"A todos ellos quiero decirles que Europa tampoco es responsable de
la crisis y que no sería bueno que se convirtiera en una víctima de
ella", ha indicado antes de afirmar que, a su juicio, Europa no es el
problema, sino una parte de la solución.
Durão Barroso ha aseverado que en los últimos cinco años, la Comisión
Europea ha desarrollado una respuesta europea "solidaria y responsable"
en un esfuerzo "sin precedentes" de solidaridad y estabilización que ha
movilizado unos 700.000 millones de euros para impedir la caída de los
países más afectados por la crisis, incluyendo una ayuda específica para
reforzar el sector financiero español.
"Y también de considerables esfuerzos realizados por algunos Estados
miembros, entre ellos España y Portugal, para reformar su economía y de
un esfuerzo colectivo para instaurar una estrecha coordinación de las
políticas económicas y presupuestarias y unas instituciones sólidas", ha
apuntado.
El presidente de la Comisión Europea ha querido dejar claro que todos
estos esfuerzos "están empezando a dar sus primeros frutos", ya que los
mercados se han calmado y han aparecido los primeros signos de
recuperación, los países más vulnerables pagan menos por sus créditos y
las perspectivas económicas mejoran paulatinamente.
Tras citar algunos ejemplos de los "avances" conseguidos por España y
rendir "un homenaje al Gobierno español y a todos los españoles por
estos resultados tan alentadores", Barroso ha aseverado, parafraseando a
Cervantes, que "Europa ha tropezado, pero no ha caído y ha dado grandes
pasos adelante", con un euro preservado y reforzado.
No obstante, ha agregado que en economía y finanzas no existen
milagros y que la recuperación será "progresiva", a la vez que ha
animado a no resignarse porque las consecuencias sociales de la crisis, y
en particular el actual nivel de paro, siguen siendo, a su juicio,
"inaceptables".
"Tengo la esperanza de que, como europeos, sabremos manifestar la
voluntad de trabajar juntos para alcanzar más grandes en el futuro. En
cualquier caso, con este espíritu y esta convicción mantendré mi
compromiso, pues estoy convencido de que nuestro mejor proyecto de
futuro es Europa, una Europa aún más presente en el mundo, más política,
más solidaria y más ciudadana", ha concluido.