MILÁN.- Los ministros de Industria y del Medio Ambiente de la
Unión Europea se reunieron hoy para abordar los temas de la dependencia y
la eficiencia energética, un debate en el que el conflicto entre Rusia y
Ucrania volvió a ejercer de telón de fondo.
El de este lunes fue un consejo informal que agrupó en Milán (norte
de Italia) a los ministros de Energía y a los de Medio Ambiente con el
objetivo de tratar temas como la eficiencia y la seguridad energética
bajo una óptica medioambiental.
Las conclusiones de dicho encuentro fueron explicadas a su término en
una rueda de prensa por el viceministro italiano de Desarrollo
Económico, Claudio De Vincenti; el titular de Medio Ambiente, Gian Luca
Galletti; el vicepresidente de la Comisión Europea, Günther Oettinger, y
la comisaria europea de Acción por el Clima, Connie Hedegaard.
Durante el transcurso de estas sesiones maratonianas se estudió un
documento que la presidencia italiana de la UE presentará en el Consejo
Europeo del 23 de octubre sobre esta misma temática.
Además se analizaron posibles medidas para aplacar un eventual corte
de suministro de gas por parte de Rusia como consecuencia del papel que
ha jugado la Unión en el conflicto con Ucrania, país por el que transita
el carburante ruso hacia Europa.
Hedegaard llamó a "no retrasar" la puesta en marcha de medidas que
aplaquen una dependencia que se traduce en el gasto de 400.000 millones
de euros anuales dirigidos a los exportadores de hidrocarburos, "a la
Rusia de (el presidente ruso, Vladímir) Putin".
Esto, a su vez, significa que, de todo el hidrocarburo que la UE
consume, tan solo un tercio del total proviene del mercado interno
comunitario.
Por lo tanto y según la danesa, estas cifras son un "buen motivo"
para fomentar este tipo de políticas que desarrollen el sistema
energético europeo y la puesta en común de los recursos.
"Retrasarlas no hace más que aumentar la incertidumbre percibida por
los inversores en el sector de la energía en Europa. Tenemos muchas
razones para comenzar esta tarea", concluyó.
Asimismo, en el encuentro de hoy se ilustraron los resultados de las
pruebas de resistencia que la CE ha encargado a los Estados miembro para
prever estos hipotéticos y "futuros escenarios".
A la luz de sus resultados, Galletti indicó que la UE sería capaz de
resistir "muy bien" durante un mes dicha situación, mientras que una
sanción más prolongada reportaría "problemas" que, no obstante, podrían
gestionarse.
Sea como fuere, la intención del Ejecutivo comunitario es favorecer una distensión del conflicto.
Tal es así que Bruselas trabaja en estos momentos en la organización
de un encuentro trilateral con los ministros ucraniano y ruso y con sus
respectivas compañías energéticas, Naftogas y Gazprom.
Oettinger dijo que en este encuentro se presentará un "protocolo
vinculante" que regule el suministro durante el próximo invierno y fije
el precio de 385 dólares por cada mil metros cúbicos de gas hasta llegar
a los 10.000 millones de metros cúbicos, cantidad que cubriría la
demanda en dicho periodo.
Este lunes también se abordó en la capital lombarda el estado de las
interconexiones de gas y electricidad en el ámbito comunitario, un
instrumento en el que, según el alemán, países mediterráneos como España
podrían jugar un papel decisivo por sus gasoductos procedentes del
norte de África.
España estuvo representada por el ministro de Industria, Energía y
Turismo, José Manuel Soria, que lamentó que en el
documento preparatorio elaborado por la presidencia italiana no se
contemplen medidas más "firmes" en relación con la interconexión para
evitar el aislamiento de la Península.
Galletti respondió al ministro español defendiendo que en dicho
informe se evidencia que el aislamiento energético es un problema para
toda Europa, pero consideró que la petición española es más propia del
Consejo Europeo que de una sesión preparatoria como la de hoy.
Por último, los comisarios salientes abordaron algunas cuestiones
sobre la eficiencia energética, en concreto el nuevo plan "Horizonte
2030" presentado por el Ejecutivo comunitario europeo y que
previsiblemente será aprobado a finales de este año.
Este programa propone que en 2030 al menos el 27 % del consumo
energético comunitario provenga de renovables, se aumente la eficiencia
energética hasta el 30 % y se reduzcan en un 40 % las emisiones de gases
de efecto invernadero.
Los funcionarios coincidieron en señalar que, tras el marco del 2020,
"no habrá paso atrás", no se producirá una fragmentación de las
políticas europeas en este sentido.