MADRID.- La economía española desaceleró su avance en
el tercer trimestre del año al registrar un crecimiento del PIB del
0,5%, una décima inferior al logrado en el segundo trimestre (0,6%),
según el avance de datos de la Contabilidad Nacional Trimestral
publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ha
precisado que es la primera vez que este avance se difunde con la nueva
base contable 2010.
Este repunte trimestral del PIB, con el que se encadenan ya cinco
trimestres en positivo, coincide con los cálculos realizados por el
Banco de España, que en su último boletín económico, publicado hace una
semana, estimaba que la economía española moderó su crecimiento en el
periodo julio-septiembre hasta el 0,5%.
De acuerdo con los datos publicados este jueves por el INE, la
tasa interanual del PIB se situó en el 1,6% en el tercer trimestre, tres
décimas más que en el trimestre anterior, registrando de este modo su
cuarta tasa positiva tras diez trimestres consecutivos de retrocesos
interanuales.
Los datos de Estadística son aún provisionales y se conocerán a nivel desagregado el próximo 27 de noviembre.
Junto con el avance del PIB del tercer trimestre, el INE ha
publicado la serie trimestral de la Contabilidad Nacional desde el
primer trimestre de 2011. Los cambios sobre los datos inicialmente
publicados son numerosos (de un total de 15 trimestres 9 experimentan
variaciones), aunque apenas sí varían unas décimas.
Sólo en un caso se cambia un crecimiento positivo por uno
negativo: el primer trimestre de 2011. El dato inicialmente publicado
apuntaba a un crecimiento trimestral del PIB en este periodo del 0,2%,
pero con la nueva base se sitúa en el -0,2%. Esto supone que la economía
española entró en recesión (la segunda de la crisis) en el segundo
trimestre de 2011 y no en el tercero, aunque estas cifras continúan
siendo aún provisionales y podrían revisarse en la próxima publicación
de la Contabilidad Nacional el día 27 de noviembre.
Al alterarse los datos trimestrales, también cambia la serie anual
desde 2011, que muestra, a grandes rasgos, que la economía española
cayó menos de lo inicialmente publicado y volvió a crecer en el cuarto
trimestre de 2013, cuando la tasa anual se situó en el 0,1%, en lugar
del -0,2% reflejado en la serie anterior. De este modo, la economía
española ya acumula cuatro trimestres consecutivos de tasas interanuales
positivas.
En su último boletín económico, el Banco de España aseguraba que
el parón de las economías europeas implica riesgos a la baja para el
cumplimiento de las previsiones españolas.
El supervisor subrayaba que durante el tercer trimestre "se
prolongó la pauta de recuperación que se empezó a perfilar el año
pasado", apoyada en la progresiva normalización de las condiciones de
financiación, el mantenimiento de niveles de confianza "relativamente
robustos" y la "favorable evolución del mercado laboral".
No obstante, cree que estos dos últimos elementos cedieron algo de
dinamismo en los meses de verano, lo que, a su parecer, puede explicar
la "ligera ralentización" que habrían experimentado el consumo privado y
la inversión en equipo en este periodo.
En cualquier caso, el Banco de España confirmaba el escenario de
"paulatina recuperación" que anticipó en el informe trimestral de julio,
con un crecimiento del PIB del 1,3% para este año y del 2% en 2015. Sin
embargo, avisa de que los riesgos de desviación a la baja se han
acentuado en los últimos meses por el empeoramiento de las perspectivas
de la economía internacional, en particular de la zona euro.
El supervisor financiero estima que la demanda interna avanzó en
el tercer trimestre a un ritmo del 0,6% en tasa intertrimestral,
mientras que la demanda exterior habría tenido una contribución
"levemente negativa" (-0,1%) al avance del producto.
En concreto, precisa que el ritmo del gasto del sector privado no
financiero se redujo "levemente" en el tercer trimestre y en el caso de
algunos componentes de la demanda interna (la inversión empresarial,
principalmente), la desaceleración de los planes de gasto podría empezar
a reflejar el deterioro del entorno exterior y las dudas sobre la
recuperación del área del euro.
Además, estimaba un aumento del consumo de los hogares del 0,5%,
algo inferior al observado en el trimestre precedente. A su parecer, la
cifra se apoya en la creación de empleo y en la fortaleza que aún
mantiene el gasto de algunos componentes de consumo duradero. El consumo
público habría registrado una tasa de variación intertrimestral cercana
a cero, según sus previsiones.
En cuanto al sector exterior, el Banco de España aseguraba que la
evolución más reciente de los intercambios de bienes y servicios con el
exterior confirma "la progresiva disminución" de la contribución de la
demanda exterior neta al PIB. Así, a lo largo del último trimestre el
avance de las exportaciones de bienes se vio limitado por la pérdida de
dinamismo de los mercados de exportación debido a la falta de pulso de
la zona del euro, mientras que las importaciones mantuvieron tasas
elevadas de avance.
En el terreno del empleo, el Banco de España decía que esta
variable mantuvo el tono de mejora observado desde finales de 2013,
aunque "a un ritmo ligeramente inferior" al del periodo abril-junio, con
una tasa intertrimestral del 0,4%, que situaría el avance interanual de
la ocupación en el 1,2%.