BRISBANE.- El G-20 aspira a crecer un 2,1% por encima de las previsiones hasta
2018, según un borrador de la declaración final de la cumbre de líderes
que comenzó hoy y se clausura mañana en Brisbane.
Este crecimiento supone un incremento con respecto al objetivo del 2 %
fijado en febrero por los ministros de Finanzas y que fue rebajado al
1,8% en la reunión ministerial en septiembre, la tener en cuenta que la
economía mundial se ralentizaba.
En la nota, los dirigentes del G-20
indican que han elaborado "estrategias para un amplio crecimiento" para
restablecer la demanda a corto plazo, eliminar obstáculos a la oferta a
medio plazo, y mejorar la confianza de los consumidores y los negocios.
"El análisis del FMI y de la OCDE indica que la plena implementación
de estas estrategias elevará el PIB colectivo en un 2,1% hasta 2018 por
encima de la trayectoria implícita en las políticas acordadas en San
Petersburgo (2013)", según el borrador. Los líderes atribuyen una cuarta
parte de este aumento a efectos colaterales positivos resultado de la
implementación simultánea de estas políticas que, además, impulsaría en
un 0,5 por ciento el PIB de los países de fuera del G-20 en los próximos cinco años.
En esta línea coincidió el tesorero australiano, Joe Hockey, que en
declaraciones a la cadena ABC dijo que "el objetivo del 2 por ciento
inicial que nos habíamos fijado ya ha sido alcanzado (...) iremos más
allá". Las políticas acordadas en esta cumbre, que se completarán con
otras desarrolladas por cada país miembro, buscarían fomentar la
inversión, la competencia, el comercio y el empleo, según el borrador.
Una de las medidas sería la propuesta australiana para la creación
del Núcleo Global de Infraestructuras que, con un mandato de cuatro
años, buscará salvar el déficit de inversiones en infraestructuras e
impulsar su desarrollo en todo el mundo. Los países miembros del G-20
representan el 85 por ciento del PIB mundial, el 80 por ciento del
comercio global, y tienen dos tercios de la población total.
El G-20 cuenta entre sus miembros a la Unión Europea, el G-7 (EEUU,
Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia), además de Corea
del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México,
Arabia Saudí, Suráfrica, Turquía y Rusia.
Además, Australia ha invitado
a su vecino Nueva Zelanda a estas reuniones, mientras que España acude
como invitado permanente desde 2010.