NUEVA YORK.- El banco estadounidense Goldman Sachs ha publicado bajo el epígrafe 'Mantengamos la fe' las diez cuestiones claves para la economía mundial en el próximo año 2015, incluyendo un nuevo orden para los precios del petróleo, la lucha contra la 'bajaflación' mediante programas de flexibilización cuantitativa (QE) o las diferencias entre las economías avanzadas en un contexto de recuperación más amplia que en 2014.
Goldman Sachs confía en que la economía de EEUU registrará en 2015
"más de lo mismo" con un fuerte ritmo de crecimiento que actuará como
el ancla fundamental para la recuperación global, mientras espera que
Japón y la zona euro experimenten el próximo año un mayor crecimiento
aupados por la relajación de las condiciones financieras, los bajos
precios del crudo y cierta flexibilización en la concesión de préstamos,
lo que dibujará un cuadro "algo mejor" para las economías avanzadas.
No obstante, el banco estadounidense se cuestiona cuánta de esta
mejoría está ya descontada y señala que los principales riesgos para
esta mayor recuperación proceden de la zona euro y China
En este sentido, Goldman Sachs no prevé que ni la zona euro ni Japón
sean capaces de reducir la brecha que les separa respecto al ritmo de
crecimiento pronosticado para en EEUU y además, apunta el potencial
impacto que en varias economías europeas puede conllevar la
incertidumbre política ligada a los procesos electorales previstos en
España, Portugal y Reino Unido.
La entidad apunta también que, mientras en EEUU la Reserva Federal
(Fed) avanza hacia la normalización de su política monetaria, los
bancos centrales de la eurozona y Japón profundizan en la relajación y
la expansión de su balance.
En cuanto a la evolución de los precios del crudo, Goldman Sachs
advierte de que el margen para sorpresas a la baja aún no se ha
terminado y subraya que, si bien los precios bajos del petróleo
refuerzan el impulso deflacionario de las materias primas, al mismo
tiempo contribuyen al aumento de los ingresos disponibles, lo que puede
tener efectos positivos para el crecimiento, aunque implica presiones
sobre aquellos países para los que la exportación de crudo supone una
fuente clave de ingresos.
Por otro lado, Goldman Sachs considera que la 'bajaflación'
('lowflation') y las fuerzas desinflacionarias continuarán jugando un
papel importante en los mercados en 2015, particularmente en la zona
euro, aunque también en EEUU, donde el crecimiento es más fuerte.
En respuesta a este tipo de riesgos, la entidad cree que, en caso
de emerger, el BCE podría desencadenar un programa de QE más agresivo
incluso de lo esperado por el mercado si detecta un empeoramiento de las
condiciones económicas.
El banco estadounidense apuesta por que la moneda de EEUU continuará
fortaleciéndose frente al euro y el yen en 2015. En este sentido,
Goldman Sachs augura un cambio de 1,15 dólares por euro este año, que
acercaría la paridad entre ambas monedas para 2017.
Por otra parte, las previsiones de Goldman Sachs apuestan porque la
Reserva Federal de EEUU (Fed) no subirá los tipos de interés al menos
hasta el próximo mes de septiembre, aunque advierte de que una vez
iniciadas las subidas, el ritmo de incremento de los tipos será más
rápido.
Respecto a la economía de China, el banco estadounidense mantiene su
expectativa de un crecimiendo de entre el 6% y el 7% para los dos
próximos años, aunque advierte de una previsible mayor volatilidad
macroeconómica.
En cuanto a la evolución de las economías emergentes, los analistas de
Goldman Sachs prevén una mejoría de los desequilibrios en su gran
mayoría, gracias en parte a la desinflación procedente de los precios
internacionales de los alimentos y el petróleo.
Sin embargo, el próximo año se acrecentará la polarización entre
aquellos países emergentes que han afrontado sus desequilibrios
macroeconómicos y los que no. Así, la entidad advierte del riesgo de
crédito en 2015 vinculado a países como Venezuela, Rusia o Argentina si
los precios de las materias primas siguen bajando.
En opinión de Goldman Sachs durante 2015 se prolongará la "gran
remoderación", que salvo episódicos repuntes motivados por bajos niveles
de liquidez, permitirá mantener el próximo año una baja volatilidad en
los mercados.
Por otro lado, Goldman Sachs contempla un año 2015 en el que la mayor
parte de los activos ofrecerá una rentabilidad escasa en términos
absolutos, aunque apunta que la renta variable, particularmente la de
países emergentes, continuará ofreciendo un mayor retorno, mientras
recuerda que las divisas serán un factor importante a tener en cuenta.