DETROIT.- Cuba despierta la ambición de los
principales fabricantes de automóviles presentes en el Salón de Detroit
tras el anuncio de deshielo en las relaciones entre Washington y La
Habana.
"Vamos a estudiar toda oportunidad que se nos pueda
presentar en Cuba", dijo Patrick Morrisey, un portavoz de
General Motors, principal grupo automotriz estadounidense.
Por
su parte, Christine Becker, representante de Ford, comentó que van a
"determinar el impacto potencial (del restablecimiento de las
relaciones) para la industria automotriz".
"No descartamos nada por
ahora", apuntó.
La surcoreana Kia Motors no ocultó su interés y dijo que adaptará su estrategia en la isla paso
a paso, de acuerdo con la evolución de la situación diplomática. El
acercamiento "sin duda, va a crear oportunidades en el mercado cubano,
pero por ahora, tenemos que esperar medidas sobre las restricciones",
subrayó Michael Choo, un portavoz de la compañía.
Dentro del sector automotor, los principales fabricantes se están preparando para llegar primero a Cuba.
"No
hay duda, Cuba es un oasis de crecimiento para la industria
automotriz", dijo Akshay Anand, analista de la empresa
estadounidense Kelly Blue Book.
"Cuba es la mayor isla en el
Caribe, así que tenemos grandes posibilidades por delante", acotó Alec
Gutierez, analista de Autotrader.com
Ambos subrayaron que los
cubanos aprecian los coches estadounidenses y necesitarán reemplazar los
Chevrolet de los años 1950 que circulan por la isla, junto a los
antiguos automóviles de la Europa del Este, los chinos y cualquier
automóvil occidental de modelos recientes vendidos por el Estado.
"Pero
será difícil para un fabricante desembarcar a medio plazo porque queda
mucho por hacer", opinó Bill Visnic, de Edmunds.com
Como él,
profesionales del sector y de la industria estiman que la llegada de los
grandes fabricantes de automóviles al mercado cubano aún está imposibilitada.
GM, Ford, Volkswagen, FCA US (ex Chrysler ), Toyota y Kia afrontan problemas de infraestructura y de logística.
"¿Cómo es la red de carreteras cubana? ¿Cómo desarrollar una red de
concesionarios? ¿Se exportarán a Florida (sureste de Estados Unidos)?
¿Cuáles son los tipos de infraestructura que se debe construir? Muchas
preguntas sin respuestas", dijo la analista Jessica Cadwell.
A las incertidumbres, se suma la pregunta crucial de la situación de la
economía cubana y del poder adquisitivo de los hogares. El crecimiento
de la isla varía (1,3% en 2014).
"La demanda está allí, pero ¿un cubano puede permitirse comprar un Chrysler nuevo? Lo dudo", dijo Cadwell.
Por
otro lado, la burocracia y la actitud de las autoridades políticas
locales, que están comprometidas con tímidas reformas, es una incógnita.
La economía de mercado está apenas comenzando.
Los cubanos
pueden, desde hace tres años, vender y comprar vehículos de segunda
mano, pero de acuerdo con Akshay Anand, apenas un centenar de coches
nuevos fueron vendidos en Cuba en 2014.
Las calles están dominadas por las "bellezas estadounidenses" de los años 1950, como los Pontiac, Plymouth, Dodge y Chevrolet.
En los años 1960 y 1970, los Peugeot
404, fabricados en Argentina, los checos Skoda y los Lada soviéticos
intentaron conquistar la isla sin mucho éxito. Más recientemente, en las
últimas dos décadas, desembarcaron los chinos.
Los presidentes
de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro, anunciaron el 17
de diciembre que iniciarían la normalización de sus relaciones
diplomáticas, después de más de medio siglo de embargo económico que
Estados Unidos impuso a la isla comunista. Las primeras conversaciones
entre funcionarios de ambos países se realizarán entre el 21 y el 22 de
enero en La Habana.
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