LA HABANA.- Estados Unidos y Cuba cerraron
este miércoles una "productiva" y "constructiva" discusión sobre temas
migratorios, en el primer día de unas históricas conversaciones en La
Habana para preparar el restablecimiento de relaciones diplomáticas
después de medio siglo.
"La naturaleza productiva y colaborativa
de la discusión de hoy prueba que, pese a las claras diferencias que
persisten entre nuestros países, Estados Unidos y Cuba pueden encontrar
oportunidades para avanzar en nuestros intereses mutuamente
compartidos", dijo a la prensa Alex Lee, jefe de la delegación
norteamericana en el diálogo migratorio, el primero tras la
reconciliación entre ambos países, anunciada el 17 de diciembre.
Por
su parte, la jefa de la delegación cubana, Josefina Vidal, saludó el
"constructivo" diálogo migratorio efectuado la víspera de una reunión
dedicada al restablecimiento de las relaciones diplomáticas, pero
criticó que Estados Unidos mantenga la Ley de Ajuste Cubano de 1966 y la
política de pies secos/pies mojados para los emigrantes ilegales de la
isla.
"La parte cubana enfatizó que, a pesar de las medidas
tomadas, medidas eficaces, eficientes, tomadas por los servicios de
ambos países, la persistencia de la política de pies secos/pies mojados y
la Ley de Ajuste Cubano, contradicen la letra y el espíritu de los
acuerdos migratorios", dijo Vidal.
Lee dijo que Washington
mantendrá la Ley de Ajuste, que concede a los cubanos privilegios que no
tiene ningún otro inmigrante en Estados Unidos, así como la política de
pies secos/pies mojados, aplicada en los últimos 20 años, que permite a
los cubanos ilegales que pisan territorio estadounidense quedarse
legalmente en ese país, pero aquellos capturados en el mar son devueltos
a la isla.
"Explicamos al gobierno de Cuba que mi gobierno está
completamente comprometido con el respeto de la Ley de Ajuste Cubano" y
con la política de pies secos/pies mojados, dijo Lee.
Vidal afirmó
además que Washington sigue estimulando la deserción de médicos cubanos
que cumplen misiones en terceros países, lo que calificó como un "robo
de cerebros".
"Señalamos que (eso) no se corresponde con el
contexto bilateral actual de las relaciones entre Cuba y Estados
Unidos", expresó, agregando que "Cuba aspira a una relación normal con
Estados Unidos, en el sentido más amplio, pero también en la área
migratoria".
Ambas partes
abordarán el jueves el restablecimiento de relaciones, con la
participación de la subsecretaria de Estado para el hemisferio
occidental, Roberta Jacobson, quien llegó este miércoles a la isla,
convirtiéndose en el funcionario estadounidense de mayor rango que
visita Cuba en 35 años.
Estas conversaciones a puertas cerradas se
desarrollan en el Palacio de Convenciones de La Habana, cinco semanas
después de la histórica reconciliación anunciada por los presidentes
Barack Obama y Raúl Castro.
"Nuestro cambio de política hacia Cuba
tiene el potencial para terminar con un legado de desconfianza en
nuestro hemisferio", destacó el martes Obama en su discurso sobre el
Estado de la Unión al referirse al acercamiento con la isla, celebrado
por el mundo entero.
"Estamos poniendo fin a una política que
debería haber terminado hace tiempo. Cuando uno hace algo que no
funciona durante 50 años es hora de probar algo nuevo", agregó el
presidente estadounidense, quien pidió al Congreso que empiece a
trabajar este año para levantar el embargo económico a la isla, vigente
desde 1962.
Ambas partes deben fijar el jueves la hoja de ruta
para la normalización de relaciones y la reapertura de embajadas, con el
fin de sepultar el último resabio de la Guerra Fría en América.
El
anterior alto funcionario estadounidense que visitó la isla comunista
fue en 1980 el subsecretario de Estado Peter Tarnoff, quien habló
entonces con Fidel Castro, ahora de 88 años y retirado del mando desde
2006, quien ha sido el gran ausente de la histórica reconciliación entre
ambos países.
Dos
temas preocupan particularmente a La Habana: el embargo económico y la
permanencia de Cuba en la lista estadounidense de países que patrocinan
el terrorismo, lo que priva a la isla de créditos internacionales.
Washington
dijo que la revisión de la lista "está en proceso" y que Cuba podría
ser retirada antes de la reapertura de embajadas, cerradas en 1961 tras
romper relaciones diplomáticas.
En cambio el embargo sólo puede
ser levantado por el Congreso, dominado por la oposición republicana, lo
que puede complicar los esfuerzos del demócrata Obama.
Estados
Unidos ha advertido, no obstante, que mantendrá su compromiso con los
derechos humanos en la isla. De hecho Jacobson invitó a desayunar el
viernes a disidentes cubanos en La Habana.
A pesar de que el
diálogo migratorio fue cerrado sin anuncios concretos, ambos países
lograron ponerse de acuerdo este miércoles en un punto: que tienen
desacuerdos en diversos temas.
"Al menos hemos acordado que
estamos en desacuerdo sobre algunos temas", declaró a la prensa el
número dos de la delegación cubana, Gustavo Machín.
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