SINGAPUR.- El nuevo rey de Arabia Saudí
apoyaría una política de la OPEP de mantener la producción de petróleo
sin cambios para proteger la cuota de mercado del grupo de los
productores rivales, aún cuando los mercados energéticos afrontan
algunos de los cambios más grandes en décadas.
El rey Abdulá de Arabia Saudí murió en la madrugada del
viernes y su hermano Salman se convirtió en el nuevo monarca, dijo la
corte real del mayor exportador de petróleo del mundo en un comunicado
oficial.
Salman nombró a su hermanastro Muqrin como heredero a
la corona, una decisión para evitar el temor a una crisis de sucesión en
momentos en que Arabia Saudí se enfrenta a una agitación sin
precedentes en sus fronteras.
Se espera que el nuevo rey continúe en líneas generales las políticas de Abdulá, según los analistas.
"El rey Abdulá fue el arquitecto de la estrategia
actual de mantener la producción alta y forzar la salida de los
jugadores más pequeños en lugar de realizar un recorte", dijo John
Kilduff, socio de Again Capital LLC en Nueva York.
Kilduff dijo que Salman es conocido como un defensor de
los intereses de Arabia Saudí y que el mercado podría esperar que
mantenga una producción alta.
El analista de FGE Tushar Bansal dijo que "en general, a
partir de ahora no se espera un cambio importante en las políticas
saudíes", pero sostuvo que el mercado se centrará en si el ministro de
Petróleo saudí podría ser reemplazado.
"Ali Al-Naimi ha sido el ministro de petróleo desde
1995. Anteriormente se dijo que había expresado su deseo de dimitir,
pero el rey Abdulá le pidió que permaneciera mientras él estuviera en el
poder".
"Por lo tanto, la verdadera pregunta es, si hay un
nuevo ministro de Petróleo pronto, ¿esto dará lugar a un cambio en la
política energética saudí?", agregó.
Los futuros del crudo subieron inicialmente este viernes,
pero luego se debilitaron y todavía operaban a unos niveles más de un
50 por ciento por debajo de sus picos más recientes en junio del 2014.
Una continuación de las políticas existentes estaría en
línea con lo que sucedió después de la última sucesión. En el 2005,
cuando murió el rey Fahd, surgieron preocupaciones similares sobre el
liderazgo de Arabia Saudí.
Tras el anuncio de la muerte del rey Fahd el 1 de
agosto del 2005, el crudo Brent subió a un máximo histórico de casi 61
dólares por barril.
El príncipe heredero Abdulá, que en la práctica
gobernaba desde que Fahd sufrió un derrame cerebral en 1995, asumió como
nuevo monarca y los funcionarios buscaron calmar a los operadores al
subrayar que no habría cambios en la política petrolera de mantener a
los mercados bien abastecidos.
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