MOSCÚ.- La economía rusa se
contraerá un 3,2 % interanual en el primer semestre de este año, según
informó hoy el Banco Central (BC) de Rusia en sus previsiones para 2015.
Según el comunicado del banco emisor, el Producto Interior Bruto
(PIB) creció un 0,6 % el pasado año tras decrecer en noviembre y
recuperarse ligeramente en el último mes del año.
El BC destacó el impacto en la economía nacional de factores externos
como la caída de los precios del petróleo y el cierre de los mercados
financieros internacionales para las empresas rusas como consecuencia de
las sanciones occidentales por la situación en Ucrania.
"El efecto negativo del empeoramiento de las condiciones externas
sólo se verá compensada por la dinámica de la moneda nacional", señaló,
en referencia a la recuperación del rublo, que se depreció un 40 % el
pasado año.
Tanto el Gobierno como el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional han vinculado directamente la ralentización de la economía
rusa con los precios del petróleo.
Según los expertos, en caso de que el barril de crudo se mantenga por
debajo de los 60 dólares -el Brent abrió hoy a 48 dólares-, entonces la
economía rusa podría decrecer hasta un 5 % o 6 %.
Por otra parte, según el BC, la inflación, que asciende en estos
momentos al 13,1 %, seguirá aumentando y alcanzará su punto álgido en el
segundo trimestre de este año.
Además, pronostica una caída de los salarios y por tanto un decrecimiento del consumo interno entre enero y junio próximo.
El presidente ruso, Vladímir Putin, instó esta semana a las
autoridades regionales a explicar a la población las medidas anticrisis
para prevenir el descontento entre ciertos grupos sociales.
El plan anticrisis de 2,3 billones de rublos (35.000 millones de
dólares) incluye un recorte del gasto del 10 % en todos los sectores
para este año, menos el militar y los programas sociales.
Aprobado esta semana por el Gobierno, el plan se centrará en sanear
la banca, apoyar la industria, la agricultura y las pequeñas y medianas
empresas.
En diciembre pasado, el jefe del Kremlin aseguró que en dos años, en
el peor de los casos, la economía rusa saldrá de la actual crisis
económica, aunque otros expertos aventuran que la economía no se
recuperará estructuralmente hasta finales de esta década.
Putin achacó los actuales problemas económicos fundamentalmente al
desplome de los precios del petróleo y a las sanciones occidentales,
factores externos que costarán a Rusia unos 200.000 millones de dólares.
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