jueves, 22 de enero de 2015

La canciller Merkel considera sin superar la crisis de la zona euro


DAVOS.- La canciller federal alemana, Ángela Merkel, consideró hoy que la crisis de la zona euro permanece sin ser superada completamente, pues las economías tienen un crecimiento muy bajo. 

Al dirigirse a los participantes en el Foro Económico Mundial con sede en la ciudad suiza de Davos, la jefa de Estado manifestó que la región aún no logra recuperar la confianza perdida a raíz de la fuerte crisis de 2008.

La situación está más o menos superada, pero no ha acabado, Europa no ha obtenido suficiente confianza ni competitividad, expresó Merkel en referencia, sobre todo, a los 19 países que integran la zona euro.

Sobre el anuncio realizado este jueves por el Banco Central Europeo (BCE) de comprar la deuda soberana de las naciones con dificultades, la gobernante estimó que esa decisión no debe desviar a las naciones del área de continuar implementando reformas estructurales.

Merkel, reconocida como férrea defensora de las políticas de austeridad y recortes del gasto público promovidas en varios países europeos, reiteró la importancia de continuar con esas medidas, las cuales han resultado impopulares en la mayor parte de los territorios.

Europa también debe mejorar su competitividad, más allá de los estímulos aprobados por el BCE, agregó en la cita iniciada la víspera y que se prolongará hasta el sábado venidero.

Merkel, advirtió este jueves desde el Foro de Davos (Suiza) de que los Gobiernos de la eurozona deberán seguir con las reformas, a pesar del enorme plan de compra de activos anunciado por el BCE.

Respondiendo a las expectativas sobre un plan de expansión monetaria, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, anunció que el instituto emisor comprará hasta 60.000 millones de euros de deuda pública y privada mensualmente entre marzo de 2015 y septiembre de 2016. El objetivo del BCE es apoyar una Eurozona que creció un 0,2% en el tercer trimestre y está además amenazada por la deflación (los precios cayeron un 0,2% en diciembre, cuando el objetivo de inflación es cercano al 2%).

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, dijo que el BCE actuó teniendo en cuenta "el interés general", con la voluntad de "estimular el crecimiento y el empleo".

Sin embargo, el debate sobre la competitividad de las economías europeas no cesa, y en su intervención, poco antes del anuncio hecho desde Fráncfort, Merkel dijo en Davos que "la decisión del BCE no debe desviarnos del camino" de las reformas necesarias.

 "Ahora es cuando hay que sanear y consolidar los presupuestos, ahora que los tipos de interés son muy bajos", añadió Merkel, refiriéndose al bajo rendimiento de la deuda de los países europeos, que les permite financiarse más barato. La compra de bonos por parte del BCE contribuirá a esa tendencia bajista de los intereses de la deuda pública en los 19 países de la Eurozona.

Merkel teme que algunos países se relajen y aflojen el ritmo de las reformas, por lo que insistió en que "no podemos librarnos de las reformas estructurales, no es posible". "Los ejemplos de España, Irlanda y Portugal, y en parte Grecia, demuestran que merece la pena hacer reformas, que se restablece el crecimiento", añadió la canciller, refiriéndose a los países que fueron sometidos a programas de rescate, soberanos para Dublín, Atenas y Lisboa, y bancario para Madrid.

Por su lado, el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, advirtió de que más allá del BCE "tenemos que acelerar el ritmo para hacer nuestras economías más competitivas, y eso es algo que el BCE no puede hacer por nosotros".

En un panel celebrado por la mañana, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, consideró "positivo" el esperado anuncio del BCE, que podrá compensar el final de un programa similar el año pasado en Estados Unidos, aplicado por la Reserva Federal.

Ana Patricia Botín, presidenta del banco español Santander, el mayor de la Eurozona por capitalización, dijo que una expansión monetaria del BCE le parece "una buena cosa, que compensará en parte lo que la Fed no está haciendo", y aseveró que "los bancos están preparados para prestar" dinero. De paso, observó que países como México, Perú, Colombia, Chile o Brasil "se verán menos afectados" por la volatilidad que pueda crearse con el anuncio del BCE, pues globalmente tienen una situación mejor que hace 20 años.

Siguiendo la línea de Alemania, el país más opuesto a la expansión cuantitativa y principal promotor de la agenda reformista en Europa, otros dirigentes del norte del continente incidieron en esa necesidad de reformas.

El primer ministro finlandés, Alexander Stubb, argumentó que "hay que acabar con la ilusión de que el sector público puede liderar el crecimiento y el empleo", pues ése es el cometido principal del sector privado.

Después de casi cinco años de austeridad, el crecimiento es escaso y desigual en la Eurozona, y el desempleo sigue siendo alto (11,5% en noviembre), en particular en Grecia y España, donde continúa por encima del 20%.

A tres días de las legislativas en Grecia, donde podría ganar el partido antiausteridad Syriza, Stubb y el vicencanciller alemán Sigmar Gabriel insistieron en la necesidad de sacar a la Eurozona del atolladero para evitar la emergencia de movimientos "populistas" en el continente.

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